El paso del tranvía por el Molinar, Coll d'en Rabassa y Can Pastilla supondrá una importante transformación en la movilidad de estos tres barrios de Palma. Los vecinos empiezan a vislumbrar los cambios que serán palpables en 2027. En el caso de es Molinar, el paso del tranvía conllevará la pacificación de la calle Llucmajor, que soporta un intenso tráfico diario y se creará un nuevo vial a la altura del IES Molinar. «Me parece maravilloso. Tendremos una calle que será prácticamente peatonal y ganaremos en movilidad con el tranvía», explicó Alejandro Segura, vecino de la barriada y que hasta hace unos años perteneció a la asociación vecinal Vogar i Ciar.
Pacificación
Respecto a Coll d'en Rabassa, Joan Forteza, presidente de la asociación de vecinos de la zona, advirtió que la pacificación de la calle Cardenal Rosell supondrá «reducir todo el tránsito rodado cuando el tranvía pase por el casco histórico y una revitalización de esta zona, en la que los comercios cierran desde hace años».
Forteza consideró que ahora mismo «el paso de vehículos por esta calle es exagerado. Por aquí transitan todas las líneas de buses y los coches». El tráfico de Cardenal Rossell se dejará solo a residentes y el resto se desviará por otras calles. Can Pastilla también vivirá modificaciones en su tráfico. «Entendemos que la calle Bartomeu Riutort será semipeatonal. No creemos que haya problemas con el tráfico pero nos preocupa la falta de aparcamiento».
El gremio de los taxistas también tiene su propia opinión sobe el proyecto. «Es inevitable. Puede competir con el taxi pero tenemos claro que no podemos luchar contra las mejoras del transporte público. Lo reclamamos cuando se nos ha recriminado la falta de taxis por las carencias del transporte público. Tiene que haber un poco de todo», señaló Biel Moragues, presidente de la Asociación de Autónomos del Taxi. Aunque el tranvía supondrá un trayecto de media hora, más lento que el taxi, «habrá gente que se desvíe hacia este medio porque sea más económico», dijo.
Aún así, la mayor preocupación de los taxistas no es la competencia del tranvía sino «su trazado y el caos de tráfico que pueda haber. No vemos claro su recorrido por la zona de Plaça d'Espanya hasta la Escola Graduada, que pasa por el centro de las Avingudes por el lado derecho de la calzada. Será un problema para recoger y dejar clientes». Moragues propone que «el tranvía pase por el centro o incluso por un paso elevado. Lo demás supone restringir el tráfico. Veremos cómo se moverán los taxis y autobuses con el tranvía».