La Academia Médico-Quirúrgica Española (AMQE) y la Reial Acadèmia de Medicina de Balears (RAMIB) se dieron este martes la mano para realizar una sesión clínica dedicada a la puesta al día de las tres patologías oncológicas más frecuentes. La previsión para este año en España es que se lleguen a diagnosticar 31.000 nuevos cánceres de pulmón; otros 31.000 de próstata y casi 10.000 de páncreas. Para hablar de la actualidad en terapias y tratamientos de estas enfermedades se citó a tres renombrados profesionales entendidos en cada especialidad.
Josefa Terrassa, jefa del servicio de Oncología Médica de Son Espases lleva cerca de 40 años dedicada a tratar el cáncer de pulmón. La especialista recordó que el 18 % de los pacientes que fallecen por un tumor oncológico lo hacen por afectación del pulmón. «Esto pasa porque diagnosticamos tarde», aclaró. Según la doctora Terrassa, casi el 60 % de los tumores ya se han diseminado al detectarse, «por lo que el pronóstico es deplorable». ¿Cómo cambiarlo? Por un lado con la prevención primaria, «entre un 85 y un 90 % de los casos se deben al tabaco, si dejamos de fumar baja la incidencia», señaló. Sin embargo, pese a mostrarse a favor de llegar incluso a multar al fumador, el hábito permanece y hay que buscar otras maneras de prevención. La doctora Terrassa es partidaria de implantar el cribado con el TAC de baja dosis, aunque también reconoce que a día de hoy tiene muchos inconvenientes «como el sobreesfuerzo sanitario, y el coste económico y humano» que requiere.
Pese a todo, también aseguró que las sociedades científicas intentan poner en marcha el denominado programa Casandra en un futuro no lejano. En cuanto a tratamientos, advirtió de que cuando el tumor se detecta en los estadios 1 y 2 hay que optar por la cirugía, «pero los porcentajes de éxito no son tan elevados a partir de determinados tamaños de afectación ganglional», señaló. La revolución en este campo llegó con la entrada del nuevo siglo y el estudio molecular, «en menos de 15 años se triplicaron los avances en el tratamiento de cáncer de pulmón». La doctora Terrassa destacó la importancia del abordaje multidisciplinar y del papel de la medicina personalizada o de precisión. Antes de finalizar habló del futuro que ya es presente: la biopsia líquida. «Hacer una secuenciación de material genómico permitirá conseguir avances para el diagnóstico precoz. Puede que, con el análisis en sangre, sepamos que el paciente va a desarrollar o tiene ya una neoplasia», concluyó.
El siguiente conferenciante, el doctor Joan Benejam, jefe del servicio de Urología del Hospital de Manacor, profundizó en la situación del cáncer de próstata, «el primero entre los hombres y el tercero más letal» señaló. Además, el 5 % de los casos se diagnostica de inicio con metástasis, «uno de los factores por los que la Comisión Europea ha considerado el cribado», indicó el experto. Con los años se ha demostrado que por cada 500 pacientes que pasaban por la prueba preventiva se salvaba una vida. Según el urólogo, al principio se rechazaba el cribado por un «problema de sobrediagnóstico», algo que ahora se podría evitar porque «si usamos mejor el PSA (un análisis de sangre) no hay que hacer tanta biopsia», incidió, y esta extracción tiene un coste de tres euros.
En lo que se refiere al cáncer de próstata, a diferencia de otros, «no hay un factor de riesgo que se pueda evitar». La edad, la etnia o la historia familiar, sin embargo, sí deben tenerse en cuenta. En este sentido, se puede ser «estricto» con el asesoramiento genético que no estaría implementado en toda España, ya que «entre el 5 y 10 % de los cáncer de próstata son hereditarios». En lo que se refiere al tratamiento, el doctor Benejam utilizó un mandamiento. «No sobretratarás», y defendió la importancia de realizar una vigilancia activa en los pacientes con bajo riesgo para así «evitar cirugías, tratamientos y sufrimiento».
El coordinador de la Unidad de Cirugía Oncológica Peritoneal de Son Espases, Rafael Morales, introdujo el cáncer «más dramático». En 2020 el páncreas era el tercer tumor con más mortalidad y antes de 2030 será el segundo «por dos razones: la resistencia al tratamiento y por su progresiva infiltración». Sin embargo, pese a haber aumentado su incidencia en un 10 % en los últimos años, «hay más supervivencia, mejores cuidados postoperatorios, además de un concepto nuevo de quimioterapia», señaló el especialista.