El rechazo que produce entre los docentes la nueva ley educativa, la Lomloe, ha llevado a que casi 200 se manifiesten este martes ante el Parlament para pedir que sea aplazada. «Hemos venido porque nos menosprecian, estamos preocupado porque no sabemos cómo aplicarla y no tenemos los recursos necesarios», según ha explicado Catalina Bibiloni, secretaria de la Junta de Personal Docent no Universitari de Mallorca, compuesta por los sindicatos que convocaron la acción.
Además de la manifestación, la junta también animó a los centros educativos a hacer un parón entre las 12 y las 14 horas de este martes, aunque de momento no hay datos sobre el seguimiento. «Los centros no están tranquilos y existe una indignación real», según ha asegurado Bibiloni.
«La ley tiene cosas que están muy bien, pero otras muy malas, como el calendario de implantación; el decreto que lo regula se aprobó en agosto, sin tener claras las instrucciones y hay poca preparación», ha afirmado Joan Femenia, profesor de Física, Química y Biología en el IES Baltasar Porcel de Andratx, que ha participado en la manifestación.
En su opinión, tendría que haber habido un «curso puente» manteniendo la ley anterior para ir formando a los docentes, pero lamenta que «manda el calendario electoral». «Llegan las elecciones y lo pagamos docentes y alumnos», ha dicho, y reclama que es necesaria «una ley que se mantenga y se vaya actualizando».
Rosa Maria Peña, del IES Ramon Llull, ha dicho que se encuentra «desangelada». «Parece que el conseller nos hace un favor cuando estamos igual o peor que antes de su gobierno», ha añadido, y considera que «el trasfondo de la ley busca disminuir los datos de fracaso escolar». Además, cree que dentro de unos años «nos tendremos que comer otra ley» porque no tiene apoyo suficiente. «La ley debe de estar por encima de los partidos que gobiernan», ha apuntado.
El conseller d'Educació, Martí March, ha salido del pleno del Parlament para hablar en persona con los sindicalistas, los docentes y los medios, a los que les ha recordado que la ley es de obligado cumplimiento y que ya han impulsado una nueva resolución que flexibiliza los criterios de evaluación, como pidieron los sindicatos.
La concentración, en la que se han escuchado cánticos como «Menos burocracia, más educación», también ha servido para reclamar otras medidas históricas, como la reducción de las ratios, la implantación de la carrera profesional y la negociación de un nuevo acuerdo de mejora de las condiciones laborales de los docentes.
Sobre esto, Martí March ha rechazado que su Conselleria no dialogue con la comunidad educativa, como les han acusado los manifestantes, y ha recordado que en las últimas semanas se han ido reuniendo con cada sindicato porque en unos días presentarán una propuesta sobre las reclamaciones que exigen.