En su punto óptimo de maduración, se ofrecía este pasado jueves el caqui de proximidad en el Mercat de Pere Garau, compartiendo en algunos casos mostrador con las granadas locales que servirán como postre azucaradas o se integrarán aportando color y textura en ensaladas, quién sabe si en algún ceviche. En el caso del puesto que instala Francisco Mas en el exterior del mercado, además despachaba clementinas de variedad temprana, chirimoyas y los primeros aguacates de la temporada, recién cogidos y a falta de unos días de maduración para poder ofrecer todas sus cualidades. El aguacate tiene la peculiaridad de ser una fruta que no madura en la planta, sino una vez se ha desprendido del árbol, por lo que adquirirlos cuando están verdes es incluso aconsejable. Basta dejarlos unos días fuera de la nevera y, si se desea acelerar el proceso de maduración, tal y como explica Mas, unas manzanas ayudarán a acortar la espera.
Mucha variedad de guindillas y pimientos para conservar en vinagre o secos, también para condimentar las olives trencades, este año menos accesibles por la poca producción, sobre todo en la Serra de Tramuntana que es donde se concentran la mayor parte de los olivos de la variedad local.
En la carnicería Cati y Marga alaban la carne de cerdo Duroc, una mezcla entre blanco e ibérico que incluso en cortes relativamente económicos como las chuletas, se desvelan sabrosos y jugosos tras un simple paso por la plancha.
‘Llampuga' a mitad de precio
Los días que suceden a un festivo, igual que pasa con los lunes, los puestos se muestran algo menos exuberantes que de costumbre, muy evidente en las pescaderías. Llampuga casi a la mitad de precio que la semana anterior y la morralla por encima del precio habitual, provocando el desconcierto inicial entre los que iban con la idea de preparar un caldo. Basta ampliar un poco las miras y seguir el consejo de pescaderos como Ramón Palomares que ofrecía el congrio y la morena como sabrosa y ajustada alternativa, agregando a la ecuación unos cangrejos. Sin dejar de pensar en el bolsillo, se presenta como buena elección la aluda (calamar de pota de pequeño tamaño), indicado para un guiso o elaboración que implique cocción duradera y no tanto para la plancha en la que quedaría irremediablemente duro.