La Biennal de Pensament ha organizado para hoy a las 11 de la mañana un paseo por la cartelería para conocer la última esencia de un barrio de toda la vida que ha sucumbido a la gentrificación. Bajo el título El patrimoni gràfic de Santa Catalina, Toni Sorell (la cara visible de Rotuïlla), hablará del tejido comercial tradicional y, de paso, de los cambios que ha vivido esta barriada. «Hacemos un paseo por esos rótulos que se han mantenido en el tiempo y que cuentan la historia del barrio», dice Sorell, que advierte que el aforo ya está completo.
Neón
La ruta arranca en el Hostal Cuba, «que es la puerta de entrada de un barrio marinero en el que solo su nombre evoca toda una historia». Sorell se refiere también al Nuevo Café Lisboa, con su característico cartel de neón, que anunció que en diciembre dejará de ser el de siempre para convertirse en una coctelería. El cartel del restaurante japonés Hanaita «es un clásico», mientras que Mercería Nadal «es un buen ejemplo de comercio en el que no hay relevo generacional pero una clienta recoge el testigo y así mantiene la esencia».
El rótulo del Bar Junior recuerda la hostelería de otros tiempos antes del desembarco extranjero, mientras que Confecciones La Fábrica «es un buen ejemplo de convivencia de un rótulo antiguo con un nuevo comercio. Vinostrum decidió mantener no solo la marquesina sino la rotulación sin miedo a que les interfiera». La ruta se repetirá el 12 de noviembre y la inscripción puede hacerse en canbalaguer@palma.cat.