Los delitos de odio por orientación sexual o identidad de género han crecido en España. Así lo ha alertado el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, en la presentación del informe sobre la evolución de este tipo de delitos en 2021. Baleares se encuentra en la cuarta posición con una tasa de 4,77 casos por cada 100.000 habitantes, principalmente por racismo y xenofobia. En el resto del Estado la media se sitúa en el 3,80.
Grande-Marlaska ha comunicado en rueda de prensa que los delitos de odio han crecido en España un 67,6 % con respecto a 2019. En Baleares, el motivo más repetido, con 28 casos, fue el de delitos de odio por motivo de racismo y xenofobia, seguido de los de orientación sexual y género, con nueve hechos registrados durante el pasado año. Menos caso, siete, tuvieron las discriminaciones por creencias o prácticas religiosas, mientras que se registraron tres casos por ideología y discriminación de sexo y género y uno por discriminación de enfermedad. El ministro ha recordado que los delitos de odio «son acciones dirigidas contra personas concretas, pero cuyo objetivo último es también generar sentimientos de miedo e inseguridad en el colectivo social al que pertenece o al que le vincula el agresor. Y esa es la razón por la que constituyen una grave amenaza para la seguridad del conjunto de la sociedad».
Entre todos estos delitos, se han registrado un total de 52 víctimas en las Islas. Durante el año pasado hubo 16 detenciones: ocho de ellas por racismo y xenofobia y tres por creencias o prácticas religiosas y discriminación de sexo y género. En total se esclarecieron 32 hechos de delitos de odio, de los cuales 17 de ellos fueron por racismo o xenofobia, siete por orientación sexual o de género, cinco por creencias o prácticas religiosas, dos por discriminación de sexo o género y una por ideología. El informe del Ministerio del Interior señala que entre los hechos conocidos de Baleares no hubo casos de antisemitismo, aporofobia, delitos de discapacidad, ideología, discriminación generacional y de antigitansimo.
Por comunidades, el País Vasco tuvo la tasa más alta de delitos de odio con 11,92 casos. Sin embargo, Navarra con 6,80, la Comunidad de Madrid con 4,93, Baleares con 4,77, Asturias con 3,95 y Comunitat Valenciana con 3,84, también superaron la media española, con un 3,80. En el lado contrario se situó Extremadura con la tasa más baja con un 1,60 casos. La tasa por 100.000 habitantes por provincias situó a la cabeza de delitos de odio a Álava, con 13,19 casos, Vizcaya con 11,87 y Guipúzcoa con 11,43, a las que sigue Burgos con 8,71, Navarra con 6,80 y Lleida con 5,91.