Centenares de personas se dieron cita este lunes por la mañana en bares y restaurantes de los principales núcleos de turismo británico en Mallorca para presenciar el funeral de la reina Isabel II. Algunos establecimientos han colocado pantallas gigantes en sus terrazas.
Este pasado domingo se celebró un oficio religioso en la Iglesia Anglicana de Palma en honor a Isabel II. Un gran número de personas también han firmado en el libro de condolencias que se abrió en el Consulado Británico en Palma.
«Mientras todos nos preparamos para decir nuestro último adiós, simplemente quería aprovechar esta oportunidad para agradecer a todas esas innumerables personas que han sido un gran apoyo y consuelo para mi familia y para mí en este momento de dolor», ha dicho el rey Carlos.