El puerto de Palma ha recibido este fin de semana la visita del transatlántico británico 'Queen Elizabeth', coincidiendo con el fallecimiento de la reina Isabel II. Este año Mallorca ha recuperado la presencia de la legendaria naviera Cunard Line, fundada en 1840, al inicio de las comunicaciones marítimas de pasajeros en el siglo XIX. Aunque en la actualidad, pertenece al grupo estadounidense Carnival Corporation.
Heredero de una larga tradición, este buque es el sucesor de los anteriores transatlánticos 'Queen Elizabeth' de 1940 y 'Queen Elizabeth 2' de 1969. El primero de ellos visitó la bahía una sola vez, en 1968 y el segundo en 30 ocasiones entre 1972 y 2006. Ambos fueron construidos en el Reino Unido, en pleno auge de los astilleros británicos.
El actual 'Queen Elizabeth', con sus 92.000 toneladas de registro es superior en volumen, pero fue construido en Italia y entregado en 2010 en una ceremonia presidida por la célebre monarca, como emblemático final de una época. Aunque su capacidad para 2.000 pasajeros, es similar a sus antecesores. Con un diseño actual de crucero turístico, pero con los colores tradicionales de la compañía, sus lujosos interiores evocan aquella edad de oro, con una nostálgica decoración de estilo Art Déco. Su escala se prolongó entre la mañana y la tarde, procedente de Nápoles con rumbo a Barcelona.