La Fiscalía de Menores reclama al Govern y al Consell la creación de centros de protección para menores con problemas de conducta. La memoria del Ministerio Público en las Islas de 2021 recuerda que, tras más de siete años desde que se aprobó la ley que creaba este tipo de institución, no se han implantado en Balears. «Se trata de un problema especialmente acuciante a resolver», insisten.
En su exposición, el fiscal delegado, José Díaz, señala que este tipo de centros están destinados a acoger a menores en situación de guarda o tutela por las entidades públicas «diagnosticados con problemas de comportamiento, que presenten conductas disruptivas o disociales recurrentes, transgresoras de las normas sociales y los derechos de terceros».
Deben contar con recursos materiales y personales que están establecidos por ley y los menores acceden a ellos tras una valoración psicosocial especializada: «Hacen obsoletas o inviables otras infraestructuras existentes en la actualidad a modo de centros de protección habituales». Además, legalmente se permite que las medidas terapéuticas hacia los menores estén acompañadas por restricciones de derechos fundamentales, como la posibilidad de salir de los mismos.
La falta de este tipo de centros en Baleares obliga a que, en algunos casos en los que se han necesitado, se ha tenido que recurrir a los servicios de protección de otras autonomías. «Esta necesidad causa en ocasiones situaciones contradictorias para el interés superior de los menores y su derecho a la cercanía con su ambiente y residencia habitual», insiste el fiscal.
Servicio de guardia
Además de esta reclamación, la memoria también insiste en otras necesidades que el Ministerio Público reclama desde hace tiempo. Entre ellas la creación de un servicio de guardia de 24 horas por parte de las entidades de protección de menores. También pide que se valore contar con un servicio de seguridad en determinados centros en los que se han producido situaciones conflictivas.
Sobre los casos de explotación sexual de menores tuteladas, el Ministerio Público insiste en que se han llevado a cabo más de una quincena de procedimientos penales contra adultos y que no existe una red organizada como tal.
También vuelve a criticar a las administraciones por limitarse, en ocasiones, a comunicar los casos a la Fiscalía y dejar de ejercer sus propias funciones. Pone como ejemplo situaciones de absentismo escolar donde recuerda que el sistema educativo tiene que actuar para que el menor regrese a la escuela, más allá de la posible actuación que lleven a cabo los fiscales. Sobre infraestructuras, también recuerda la memoria que en Eivissa y Formentera no hay ningún centro de menores abierto ahora mismo.
El apunte
Incremento de delitos graves
El fiscal coordinador de menores de Balears, José Díaz, también expone en la memoria la necesidad de modificar la actual legislación ante el aumento de conductas graves desarrolladas por menores de catorce años, sin responsabilidad penal. Señala que quedan sin poder tener cobertura unos 25 hechos delictivos cada año y que intervenir con rapidez en esas edades puede permitir acabar con esas conductas. Menciona agresiones en el ámbito familiar o delitos de naturaleza sexual cometidos por esos niños.