Hace 88 años el popular mestre d'aixa Pau Ferrer construyó en el entonces barrio marinero de Santa Catalina el llaüt Manuela. Tras ser salvada de ser desguazada y pasar los últimos 20 años protegida en las cuevas del Castell de Bellver, la embarcación será restaurada por el Consell de Mallorca con el objetivo de relucir en el Museu Marítim de Mallorca, ubicado en Ses Voltes, en Palma.
«Es una gran ilusión que vaya al taller; parecía que no llegaría nunca», afirmó Manuel Gómez Planas, presidente de la Associació d'Amics del Museu Marítim de Mallorca, entidad que evitó que la barca fuera destruida y la ha cedido ahora para ser expuesta al público. El llaüt, de 6,4 metros de eslora, fue el primero en entrar en el Club Náutico de Palma en 1946, cuando se inauguró. Con Manuela, será la tercera barca cedida por la asociación que el Consell restaura. Todas provienen de las más de veinte que la entidad tiene guardadas en la cueva del castillo palmesano.
«Estas barcas acabaron allí a raíz de una ley de los años ochenta que obligaba a reducir la flota hecha de madera», según recordaba ayer el director del Museu Marítim de Mallorca, Albert Forés. Muchas acabaron desguazadas, pero diversas entidades, como la asociación citada, consiguieron que se introdujera una enmienda para que las embarcaciones de madera destinadas al ocio y finalidades culturales se pudieran recuperar. Forés destaca que las formas del llaüt Manuela son peculiares y que es una pieza «muy especial».
El director del museo explicó a este diario que ahora calcularán cuánto cuesta la reforma. Un equipo de mestres d'aixa de la institución insular se encargó de trasladar la embarcación desde la cueva hasta el taller del Consell.