En la Navidad en que se desmoronó la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas –oficialmente dejó de existir el 25 de diciembre de 1991– la prensa mallorquina informaba, además, de «fuertes rachas de viento de noroeste de hasta 77 kilómetros hora», de los presupuestos del Govern para el año siguiente (46.000 millones de pesetas de la época) y de que Catalina Fullana había sido declarada heredera universal del expresidente de la federación de ciclismo, Andreu Oliver. Mijail Gorbachov tardaría todavía unos meses en visitar las Islas. Fue en agosto del año siguiente, posiblemente en sus primeras vacaciones como expresidente de la URSS y en un mes de agosto como éste.
¿Por qué eligió Mallorca? Porque el rey JuanCarlos le había invitado tiempo atrás. Aunque fue recibido como jefe de Estado, ya no lo era. Había sido el gran reformador, el padre de la perestroika que dio un vuelco al mapa político surgido de la Segunda Guerra Mundial. La presencia de los Reyes en Mallorca era por entonces un reclamo turístico. Eran años en los que políticos internacionales recalaban en las Islas y hasta el Gobierno estatal se planteó construir una residencia permanente en Cap Pinar, propuesta que nunca se concretó.
El matrimonio Gorbachov, durante un paseo por Palma. Fotos: ARCHIVO
Hubo otra visita de la que queda constancia gráfica: la de julio de 2000, cuando la imagen del expresidente soviético era mejor fuera de Rusia que dentro y ya había recibido el Premio Nobel de la Paz. Aquel año eligió el hotelFormentor para veranear. En Formentor nadó y descansó «como una foca marina», según recoge una crónica publicada en este diario firmada por la periodista Nekane Domblás. Su visita también incluyó aquel año un recorrido por Palma y una reunión con el entonces presidente Francesc Antich. En su primera presidencia, Antich mantuvo más de una reunión con dirigentes internacionales. Incluso gestionó, desde Mallorca, una reunión del para entonces canciller alemán Gerhard Schröder con el líder socialista Rodríguez Zapatero, a quien el socialdemócrata germano quería conocer.
Mesquida, Gorbachov y Antich en julio del año 200O.
Con Joan Fageda (izquierda), alcalde de Palma, en 1992.
Cuando Gorbachov se vio con Antich en 2000 –año del Dragón en el horóscopo chino aunque también el año en que el exmandatario ruso descansó como una foca– , el Govern andaba ocupado con la ecotasa. Y consiguió que se pronunciara a favor. Afirmó que sin duda intentaría volver a Mallorca y se mostró sorprendido «por el elevado número de grúas».