El Govern ha activado la fase de preemergencia del plan Inunbal actualizado el pasado mes de enero, tres años después de las inundaciones en el Llevant de Mallorca. El motivo de este retraso, han explicado, es la actualización de muchas medidas de prevención que a partir de este final de verano servirán para avisar, con más tiempo y precisión, a la población que reside en zonas inundables. «Se trata de delimitar mejor las zonas y avisar en todo momento de si la lluvia puede ser torrencial; hay que afinar más para advertir a todo el mundo», ha explicado Joan Pol, director general de Ordenación de Emergencias.
Una de las actuaciones que se han realizado es poner en marcha estaciones hidrológicas que ya están instaladas en torrentes, con la capacidad de realizar una alerta temprana, como es el caso del que pasa por Sant Llorenç des Cardassar. Precisamente, Emergencias ha advertido de que a partir de estar tarde y en la madrugada del jueves ésta es una de las zonas más sensibles donde pueden caer fuertes lluvias. «Como la tierra está muy seca esperamos que las puedan absorber», ha tranquilizado Pol. Sin embargo, según AEMET, el otoño se presentará lluvioso en Baleares donde el plan seguirá activado en modo de prealerta hasta el 30 de noviembre.
Los cuerpos de emergencia se sienten ahora más preparados para afrontar situaciones como la vivida en el Llevant de Mallorca hace cuatro años. La clave está en el intercambio de información al instante, gracias a la capacidad tecnológica. Ahora, advierten, se trata de entender e interpretar cómo funciona la cuenca de cada torrente.
Por último, la Consellera de Presidència, Mercedes Garrido, ha recordado que este nuevo plan incluye, por primera vez, el cambio climático como un factor o perspectiva a tener en cuenta.