Mortalidad disparada en Baleares: Julio registró casi 200 fallecidos más de los esperados

La mortalidad se ha disparado en julio. En Baleares se han registrado, solo en ese periodo, 197 fallecidos más de los esperados y el mes se ha convertido en el segundo con más exceso de mortalidad desde el inicio de la pandemia de la COVID-19. Así se desprende de los datos del sistema de monitorización de la mortalidad diaria por todas las causas (MoMo) del Instituto de Salud Carlos III. Desde el inicio de la crisis sanitaria esta cifra solo ha sido superada por la registrada en enero de 2021, cuando se contabilizaron 214 fallecidos más de los esperados. Al final de esta noticia puede consultar una tabla con el exceso de mortalidad en las Islas por meses desde que comenzó la pandemia de coronavirus.

El especialista en Salud Pública y Medicina Preventiva Joan Carles March ha manifestado que «la tendencia de mortalidad al alza, por desgracia, es sólida. En lo que llevamos de 2022 el exceso de mortalidad es superior al de 2021». En concreto, en 2020 hubo 286 óbitos más de los estimados; mientras que en 2021 esta cifra subió a 732 casos; y hasta agosto de 2022 ya van 934. Además, ha destacado que entre las personas con edades comprendidas entre los 45 y los 64 años se disparó el pasado mes de julio. El especialista en Salud Pública se ha mostrado preocupado porque «las estimaciones de mortalidad de este pasado mes de julio están por encima de las de otros años y también de lo que podría esperarse».

Preguntado por los motivos por los que está sucediendo esto ha respondido que «van ligados a las muertes por COVID (o con COVID) y al exceso de calor, junto a otras causas que se deben investigar». En este punto, ha precisado que «los datos disponibles impiden concretar las causas, pero las cifras de exceso de mortalidad del sistema de vigilancia del MoMo muestran una tendencia tan clara como preocupante y datos sorprendentes: el aumento de fallecimientos en mayores de 85 años en julio ha sido muy alto». A todo esto, March añade su propia hipótesis: «Una parte del exceso de muertes en julio de 2022 va ligado a la saturación del sistema sanitario, principalmente a la situación de la Atención Primaria, con citas retrasadas y con una falta de seguimiento de los pacientes crónicos como se hacía antes de la pandemia. Es evidente que la COVID-19 ha provocado que el sistema sanitario esté muy saturado. Hay pacientes con cáncer, VIH o pacientes crónicos a los que no se les ha podido realizar el seguimiento de la manera adecuada, tal como se hacía antes de la pandemia. Ha habido también retraso en los diagnósticos que favorecen la falta de control de los pacientes con determinadas patologías». Otro de los aspectos que ha podido influir es el aislamiento social derivado de la pandemia.

¿Es necesaria la cuarta dosis de la vacuna?

March también pone sobre la mesa la necesidad de aplicar la cuarta dosis de la vacuna contra el coronavirus. «Se desconoce si entre estos otros motivos puede estar la necesidad de una cuarta dosis de la vacuna contra la COVID para los más mayores, prevista para empezar a administrarse a partir del próximo 15 de septiembre. En las personas más frágiles, la pérdida de los anticuerpos con el paso de los meses puede dejarlas expuestas a que el coronavirus complique sus problemas previos de salud». No obstante, ha precisado que «un problema de las vacunas disponibles es que no siguen el ritmo evolutivo de las variantes del SARS-CoV-2».

Para concluir, el especialista en Salud Pública y Medicina Preventiva ha expuesto que «la gripalización de la COVID-19 fue un error garrafal; lo único que pretendían era normalizar la situación para favorecer el quitar medidas. Yo creo que es normal querer eliminar medidas, la cuestión es cuándo se quitaron y la realidad es que se retiraron demasiado pronto».

Exceso de mortalidad en Baleares