La vocación de Carles López (Manacor, 1996) por la defensa de la infancia y la juventud en todas sus etapas vitales le viene desde bien pequeño. Cuando todavía iba al instituto participaba intensamente en organizaciones estudiantiles y espacios de participación. De hecho, con 13 años fundó una asociación estudiantil. «Todo lo que he hecho a nivel de participación ha hecho que termine investigando hoy sobre Derecho Constitucional, en la UNED, en cuanto a cómo se organiza el poder, las estructuras políticas y la democracia», defiende López, que acaba de ganar el Premio Nacional de la Juventud 2022 por su gran compromiso social.
Este reconocimiento, creado por el Instituto de la Juventud, tiene la finalidad de ensalzar la trayectoria y el esfuerzo de los jóvenes que ponen en valor su empeño en distintos ámbitos de la sociedad. A pesar del premio, el joven manacorí no deja de sentir una «corresponsabilidad» con este premio: «Siento que es un premio compartido porque a mi alrededor ha habido otras personas jóvenes que han liderado proyectos estupendos en los que he participado desde los inicios».
Graduado en Dercho y Ciencias Políticas por la Universitat Pompeu Fabra, Carles López es el presidente de la Plataforma de la Infancia. También participa en la Confederación Estatal de Asociaciones de Estudiantes (CANAE), que defiende los derechos de los estudiantes no universitarios en España. Igualmente apoya el Consejo Juventud España. En sí, su línea de compromiso le lleva a defender la labor de la comunidad educativa en todas sus vertientes.
Herramientas
Una de las cosas que defiende López es impulsar políticas públicas que tengan en cuenta «la voz de los niños y las niñas» a fin de fomentar la participación en las aulas. «No participan porque no les dotamos de las herramientas para que digan aquello que les afecta, y eso demuestra un déficit. Si queremos una ciudadanía activa y comprometida, debemos de dotarlos de ello», subraya. En este sentido, informa de un dato preocupante, y es que España se encuentra entre los cinco países de la Unión Europea con mayor tasa de pobreza infantil «y eso nos debe hacer reflexionar».
«El grupo de edad con más pobreza y dificultades para la vida son los niños», especifica. Con respecto a Balears, la radiografía que aporta es que dicho impacto es mayor o menor según cada barrio. «Muchas veces tenemos la sensación de que la pobreza infantil es algo que no va con nosotros, es decir que no se da en países desarrollados, pero la realidad es que uno de cada tres menores está en situación de riesgo de exclusión social o de pobreza», sentencia.
Movilización
¿Qué hacer para revertir esta situación? Carles contesta que una de las apuestas es impulsar políticas públicas para reducir tal impacto «porque es inasumible para un Estado como el nuestro». Con ello, defiende que hay que luchar contra las altas tasas de abandono escolar o reducir la privación material –acceso a comida saludable–, entre otros puntos, «para no condenar a las futuras generaciones». Por otra parte, el nuevo Premio Nacional de la Juventud 2022 se enorgullece de que, cada vez más, «haya más jóvenes movilizándose y manifestándose», así como participando intensamente en ONG y en entidades. Eso, insiste, «nos indica que hay voluntad de formar parte del presente» y quere construir políticas conjuntas.