El guion de psiquiatras y psicólogos se ha cumplido a rajatabla. Lo venían advirtiendo desde el confinamiento: después de las primeras olas del coronavirus, llegaría la de los trastornos mentales relacionados con la crisis sanitaria. Según datos del Observatorio del Suicidio de Baleares, las tentativas de suicidio en la población infanto-juvenil han aumentado un 30 por ciento desde noviembre de 2020, mientras que en adultos se eleva hasta el 50 por ciento. ¿Hay motivos para preocuparse? No hay duda.
Solo hay que echar un vistazo a las últimas noticias. Una mujer de 29 años falleció este domingo 24 de julio tras ser arrollada por un autobús de la red de Transports de les Illes Balears (TIB) en la autopista de Inca. La víctima aparcó su coche en el arcén derecho en sentido a Palma y se lanzó cuando pasaba el autobús. El chófer no tuvo tiempo de esquivarla y la atropelló. Además, este martes un joven de 27 años fue atropellado por el tren de Inca a su paso por Lloseta. Según las primeras averiguaciones, el fallecido saltó voluntariamente a las vías esperando la llegada del tren. Finalmente, la Policía Nacional logró frenar este miércoles una tentativa de suicidio. Una persona se encaramó al puente del Hospital Universitario de Son Espases con intención de tirarse, pero lograron convencerle de que desistiera. ¿Qué está sucediendo?
Como admite Neus Estelrich, psicóloga clínica y miembro del Grupo de Trabajo de Psicología Clínica del Col·legi Oficial de Psicologia de Balears, «de un tiempo a esta parte, la red de recursos para la prevención de suicidios en las Islas, y la sanitaria en general, está saturada». Por poner un ejemplo de la magnitud del problema al que nos enfrentamos, el número de hospitalizaciones en el área de psiquiatría infantil del hospital Son Espases ha pasado de 189 casos en 2020 hasta los 288 el año pasado, lo que supone un aumento del 51 por ciento. Así, se han duplicado los ingresos por trastornos de la conducta alimentaria y los casos de conducta autolítica en menores.
Otro dato a tener en cuenta: la cifra de fallecimientos por suicidio se ha disparado a nivel estatal, siendo las más altas de los últimos 20 años; aunque el caso del Archipiélago es diferente, las defunciones descendieron hasta un 10 por ciento. Y ninguno de los fallecidos es menor de edad.
¿Pero cuáles son las causas del aumento de suicidios? Según Estelrich, «no podemos culpar de todo a la pandemia de coronavirus. Hay factores sociales, culturales y personales; un suicidio no tiene que ver siempre con la salud mental. A veces se esconden detrás casos de acoso, de abusos, rupturas mal gestionadas, soledad... También la falta de comunicación entre las personas. Vivimos en una sociedad cada vez más individualizada, hablamos muchos, pero escuchamos cada vez menos», apunta esta psicóloga clínica, al tiempo que advierte que «algo estamos haciendo mal como sociedad».
024
Ayuda a la prevención del suicidio
El número de atención para aquellas personas que tengan conductas que puedan derivar en riesgos para la vida o la integridad física es el 024. Es una línea anónima, gratuita y confidencial que está en funcionamiento las 24 horas del día para ofrecer apoyo y ayuda emocional por parte de especialistas de emergencias de la Cruz Roja.
Aquellas personas que se encuentran en esta situación también pueden llamar a:
- 112
- 971461112 (Teléfono de la Esperanza en Baleares)
- 717003717 (Asociación Internacional del Teléfono de la Esperanza)
- 900925555 (Teléfono de Prevención del Suicidio)
- 900202010 (Línea de Ayuda a Menores de la Fundación ANAR)
Además se pueden descargar dos aplicaciones en el teléfono para superar los pensamientos intrusivos: Prevensuic (también tienen página web https://www.prevensuic.org/ ) y Calma. Ambas apps pueden encontrarse en los sistemas iOS y Android.
Quienes crean que puede haber una persona en su entorno en estas circunstancias pueden llamar a estos números.