El primer mes y medio de aplicación del decreto ley contra el turismo de excesos ya ha arrojado resultados. En total, 90 actas levantadas por infracción y cuatro expedientes de cierre cautelar para distintos establecimientos en Magaluf y Playa de Palma. El conseller de Modelo Econòmic, Turisme i Treball, Iago Negueruela, ha dado a conocer estos datos tras la reunión de la Comisión para el Fomento del Civismo en las zonas turísticas, con la presencia de responsables de los ayuntamientos de Palma, Calvià y Sant Antoni de Portmany, además de Delegación del Gobierno y de fuerzas de seguridad. «Sería injusto pretender erradicar prácticas de tantos años en solo mes y medio», ha señalado Negueruela para recalcar que, con todo, el nuevo reglamento «tiene una capacidad sancionadora fuerte» y está demostrando tener «un impacto importante».
En ese sentido, ha subrayado que esta es la primera reunión celebrada para el seguimiento del decreto-ley desde su aprobación, ya que en los últimos dos años se había visto superado por toda la normativa exprés impulsada para combatir los efectos de la pandemia. La tipología de las infracciones denunciadas es muy diversa, si bien en el caso de las propuestas de cierre están bien definidas: en el caso de Magaluf, donde ya se han producido los cuatro cierres cautelares, dos de los establecimientos han sido denunciados por cosificación y trato denigrante de la figura de la mujer. Concretamente, se trata de dos table-dance que tenían en el exterior tiqueteras en ropa interior tratando de captar clientela. Los otros dos establecimientos vulneraron el límite horario de venta de alcohol al público.
En el caso de Playa de Palma, con cuatro propuestas de cierre que están en trámite, sobre tres de esos locales pesan otras tanta denuncias por venta de alcohol fuera de horario, mientras el cuarto está acusado de venta de alcohol a menores. El Ayuntamiento de Sant Antoni, por su parte, todavía no ha concretado ninguna propuesta de cierre, aunque ha señalado que sí se han realizado actuaciones como precintados de equipos de sonido en distintos locales. «Hay que reconocer que hay un problema y que el proceso de transformación no será de un día para otro», señaló el conseller.