La depresión es la pandemia del siglo XXI y cada vez más personas tienen que recurrir a la medicación para superarla. De hecho, el 14 por ciento de la población de Baleares toma antidepresivos, ansiolíticos o ambos. Uno de los problemas que se desprenden de esta enfermedad es que muchos de los que la sufren tienden a dejar de tomarlos o a reducir el tratamiento sin prescripción médica, simplemente porque se sienten mejor. Sin embargo, el especialista en Salud Pública y Medicina Preventiva, Joan Carles March, ha advertido de que esto conlleva riesgos que pueden ser muy importantes.
«Las personas que toman antidepresivos se enfrentan al riesgo de sufrir el síndrome de discontinuación, que ocurre en las primeras 24 a 72 horas después de suspender el tratamiento, y en ocasiones, al reducir las dosis», ha apuntado March. En este sentido, ha precisado que «normalmente aparecen si has estado tomándolos durante más de cuatro a seis semanas. Ciertos antidepresivos son más propensos a causar síntomas de abstinencia que otros».
¿Qué síntomas pueden provocar?
El especialista en Salud Pública y Medicina Preventiva ha detallado que los síntomas suelen ser leves y de corta duración, pero en algunas ocasiones pueden ser intensos y generar problemas físicos y mentales. «Dejar de tomar un antidepresivo de forma repentina puede causar síntomas en uno o dos días, tales como ansiedad, insomnio o sueños vívidos, dolores de cabeza, mareos, cansancio, irritabilidad, síntomas similares a los de la gripe (como músculos doloridos y escalofríos), náuseas, sensaciones de descarga eléctrica y reaparición de los síntomas de depresión».
March ha querido dejar claro que «tener síntomas de abstinencia de los antidepresivos no significa que una persona seas adicta a un antidepresivo. La adicción representa cambios químicos dañinos a largo plazo en el cerebro; se caracteriza por antojos intensos, incapacidad para controlar el uso de una sustancia y consecuencias negativas del uso de esa sustancia. Los antidepresivos no causan estos problemas». No obstante, ha reconocido que «a veces es difícil diferenciar entre los síntomas de abstinencia y los síntomas de depresión que pueden regresar después de dejar de tomar un antidepresivo».