La plaza del Tubo ha sido el punto de partida de una manifestación contra la aprobación de la «mal llamada» Ley de los Derechos de los Animales y en favor «el mundo rural, la caza, la pesca, la agricultura, la ganadería y nuestras tradiciones». Desde allí, han salido en dirección al Consolat de Mar mientras sonaban consignas como «prohibir no es proteger» o «se han de respetar nuestras costumbre».
En la convocatoria de la manifestación, la Federación Balear de Caza esgrimía que la nueva ley supondría: «la prohibición de cazar con hurón, perro, perdiz y/o aves; la prohibición de la pesca deportiva; la castración de los perros de caza; la prohibición de hacer crías de perros y aves de cetrería; la desaparición de las razas de perros; la prohibición de la Pesca Subacuática y el fin de animales en belenes, procesiones, cabalgatas y fiestas culturales y tradicionales».
Por este motivo, argumentaban que «la caza, la pesca, la agricultura y la ganadería son actividades que no solo son legales, sino que representan un motor de desarrollo social y económico, además de una herramienta vital para la conservación»