«Han aumentado muchísimo los casos de COVID, estamos duplicando los de la semana pasada y no tenemos personal de refuerzo», según denuncia la delegada del Sindicato de Enfermería SATSE en el hospital de Son Espases, Erlina Vijande. Esta mañana había hasta 59 pacientes que llevaban 75 horas esperando en una camilla antes de poder disponer de una cama en planta, según ha informado el sindicato. La saturación se debe a la falta de profesionales, el avance de la séptima ola de coronavirus y al incremento de la población a causa de la temporada turística.
«Es uno de los peores años, estamos colapsadísimos», ha asegurado Vijande, que critica la falta de planificación del hospital y el IB-Salut. «Avisamos en marzo, pero no han hecho nada», ha lamentado, y ha añadido que, por primera vez, las condiciones laborales de la sanidad privada son mejores y muchos trabajadores se van de la pública.
«Tienen que mejorar las condiciones de las enfermeras, dar buenos contratos y alojamiento, porque estamos como en Eivissa», ha afirmado la delegada sindical, porque los trabajadores que tendrían que venir de la Península no encuentran alquileres asequibles. La saturación de las urgencias no solo afecta a Son Espases, en el hospital de Son Llàtzer están igual, según confirman profesionales a este diario. La situación, además, afecta a los centros de salud, según ha afirmado a Última Hora el presidente del Sindicato Médico de Balears (SIMEBAL), Miguel Lázaro.
«Es una crónica de un desastre anunciado», dice el doctor, que considera que los gestores sanitarios están haciendo una «pésima» gestión de un problema que se preveía. Lázaro ha asegurado que el martes se planteó la posibilidad de enviar a Eivissa a un paciente con COVID ante la saturación de las Unidades de Cuidados Intensivos (UCI) y porque no había camas de esta tipología para contagiados del virus.