«La concienciación ambiental de la sociedad es imparable y está más que demostrado que las empresas preocupadas por el medio son más rentables». Así de claro se expresó este martes el consejero general de la Asociación para el Progreso de la Dirección (APD), Enrique Sánchez de León, durante la jornada organizada por la entidad en el Palacio de Congresos de Palma. El 70 % de los consumidores pagarían hasta un 35 % más por comprar productos que sean más cuidadosos con el medio ambiente y las personas, según un estudio citado por De León.
El presidente de la asociación en la zona de Balears, Lorenzo Fluixà, reivindicó el espacio que desde 2019 impulsa la entidad para «reflexionar» sobre el planeta y las personas. «Es una llamada a la acción para avanzar», añadió, y reivindicó como necesario formar en estas cuestiones a las direcciones y los equipos de las empresas. El director de la primera película sostenible, con huella de carbono cero, Miguel Ángel Tobías, fue uno de los ponentes que participaron ayer en la conferencia para pensar cómo construir un mundo mejor. «No tenemos otro planeta y claramente nos lo estamos cargando, pero tenemos la oportunidad de mejorarlo», afirmó. «El rodaje me hizo reflexionar sobre la responsabilidad que tenemos cada uno de nosotros», comentó el director y productor de cine y documentales, que habló sobre el proyecto Generaciones Living. Se trata de una iniciativa que busca ejemplos positivos para sacarlos a la luz y «darnos cuenta de que podemos cambiar las cosas», según Tobías.
El presidente y fundador de la marca de moda sostenible Ecoalf, Javier Goyeneche, lamentó que el problema de la basura esparcida por el mar y la tierra va a más y «no somos conscientes». «La moda tiene un problema muy grande porque está basada en un modelo económico que no funciona, en el compro y tiro», confesó, y añadió que esto hace que millones de prendas acaben en el vertedero y sea muy difícil su reutilización porque la calidad de los tejidos es pésima. «Hay que cambiar el modelo desde la base, desde el diseño», reclamó, y precisamente eso es lo que él impulsó en 2009 cuando creó la empresa que reutiliza basura para confeccionar ropa. A través del proyecto Upcycling the Oceans «trabajamos con casi 4.500 pescadores del Mediterráneo para sacar cada día basura del mar para luego transformarla», explicó Goyeneche. «Hay una responsabilidad empresarial sobre el impacto que tiene la fabricación de la ropa, pero también individual, del consumidor», señaló el empresario, y defendió que es mejor comprar menos y de mejor calidad.
«Nos pasamos todo el día hablando de algo de lo que no sé si realmente la gente se lo cree. A través de las emociones hay que despertar la importancia de cambiar para mejorar», sostuvo el director de orquesta, compositor y promotor cultural, Ramón Torrelledó. «¿Qué tipo de actividad hacemos al margen de la empresa?», se preguntó, y respondió: «No será que la empresa es el estado de confort y fuera de ella, por pereza o porque no tenemos ningún aliciente que nos motive, no hacemos nada». Torrelledó continuó diciendo que a partir de su experiencia «haciendo cosas inútiles», que «no interesan a nadie», siempre ha notado que «la gente es humana, se quiere y crecemos mucho mejor». Su trabajo le permite conectar con la parte emocional del ser humano, algo que permite «reflexionar» sobre cualquier cosa con más facilidad. En la jornada también participaron la jefa de división de sostenibilidad de la Autoritat Portuària de Balears, Laura Molano; la directora de corporación de Emaya, Núria Gallego, y el filósofo Francesc Torralba.