La repatriación del cuerpo del joven mallorquín fallecido en Ucrania, Ángel Adrover Martínez, podría no estar tan cercana como desearían sus familiares. El Ministerio de Exteriores ha confirmado que existen problemas logísticos derivados de la convulsa situación que se vive en el país y si bien en un principio se comunicó que se esperaba repatriar el cuerpo «en los próximos días», todo el proceso podría demorarse bastante más de lo previsto. Por lo pronto, desde el Ministerio se quiere mantener en secreto la ubicación actual del cuerpo de Adrover por motivos de seguridad, ya que cualquier información sobre este tipo de operaciones en territorio de guerra constituye material sensible cuya difusión podría suponer un riesgo para los combatientes ucranianos.
Tal y como informó este rotativo en su edición de este miércoles, la voluntad del Gobierno es que las autoridades ucranianas trasladen el cuerpo hasta la Embajada española en Kiev, custodiada por una docena de efectivos del Grupo Especial de Operaciones (GEO), lo cual facilitaría el seguimiento y agilizaría todo el proceso. En todo caso, dicho traslado debería efectuarse por vía terrestre hasta un país fronterizo –preferentemente Polonia– para una vez allí evacuar el cuerpo a bordo de un avión y llevarlo hasta Mallorca, ya que la actividad aérea permanece totalmente paralizada en Ucrania desde que estalló el conflicto el pasado mes de febrero.
En cualquier caso, el cuerpo de Adrover no se encontraría en Leópolis, ciudad en la que habría estado prestando su colaboración como ingeniero de telecomunicaciones en una base militar según informó el propio felanitxer a sus familiares. La cercanía de esta ciudad con la frontera polaca –a solo unos 70 kilómetros– permitiría desestimar el traslado a Kiev, pero ésta continúa siendo en última instancia la opción preferida por el Gobierno español.