El puerto de Palma recibió este viernes la visita del megacrucero Britannia, cuyo aspecto más distintivo es que se trata de uno de los pocos buques de este tipo con dos chimeneas operativas, y el mayor del mundo en la actualidad. Una faceta antaño habitual en los antiguos transatlánticos, pero desde hace décadas una rareza por la mayor eficiencia de las salas de máquinas. El Britannia fue botado por la reina Isabel II en 2015 como buque insignia de la legendaria compañía P&O, que durante más de un siglo fue la más importante del imperio británico. En homenaje a sus orígenes, este buque luce aquella bandera, que no es otra que la célebre Union Flag mayor del mundo, con sus 95 metros pintada en la proa.
Con 143.730 toneladas de registro y 330 metros de eslora por 44 de manga y 70 metros de altura es el tercer buque de pasajeros mayor de Reino Unido, tras el nuevo Iona y el Queen Mary 2 . Su capacidad asciende a 3.600 cruceristas y 1.390 tripulantes. La acomodación exterior se compone de camarotes con terraza privada.
Instalaciones
Entre sus instalaciones destacan los restaurantes especializados en cocina India e italiana, a cargo de varios chefs de reconocida fama internacional. A diferencia de sus antecesores como el célebre Canberra, que fue durante décadas muy habitual en Palma, el Britannia no ha sido construido en el Reino Unido, sino en Monfalcone (Italia) por Fincantieri. A bordo, sin embargo, recrea el ambiente tradicional inglés en un estilo contemporáneo y acorde con los nuevos tiempos. En su visita, nada habitual en Mallorca al contrario que sus predecesores, llegó procedente de La Coruña para zarpar rumbo a La Spezia, cuidad portuaria de Liguria, en Italia.