Meliá Hotels International se ha conjurado hoy en su Junta General de Accionistas para recuperar los niveles prepandémicos en su camino hacia 2024 y alcanzar el valor que la cadena ha perdido por culpa de la crisis sanitaria. Como parte de esa hoja de ruta, Meliá será la primera cadena hotelera española en desembarcar en Arabia Saudí con la construcción de tres complejos hotelerose y una inversión de 254 millones de euros. El CEO del grupo, Gabriel Escarrer Jaume, específico que, entre otros objetivos, se prevé reducir la deuda -de unos 1.300 millones de euros- en al menos 250 millones de euros y obtener un Ebitda (un indicador financiero de los beneficios brutos sin restar los intereses de la deuda) de al menos 400 millones en 2022, así como mejorar el margen Ebitda del grupo en al menos 300 puntos básicos.
La estrategia financiera para la reducción de la deuda cuenta al fin con un escenario propicio para su despliegue, después de que en marzo se superara la nueva crisis sanitaria provocada por Ómicron y que la marca dejara de consumir recursos propios para sobreponerse. Asimismo, se espera cerrar nuevas ventas de instalaciones a lo largo de los próximos meses. La recuperación que enfila la cadena permite revisar sus previsiones al alza. Entre los ejes de su hoja de ruta destaca la vocación expansiva con el mantenimiento del ritmo de creación de hoteles de los último doce meses, es decir, unos 40 nuevos hoteles y 9.000 habitaciones al año.
Así, Escarrer agradeció a los accionistas el apoyo mostrado «en tiempos de dificultad» y se comprometió a impulsar un «salto cualitativo» de la marca en su rentabilidad tanto a corto como a medio y largo plazo. «En Meliá salimos fortalecidos para afrontar un periodo de recuperación que será extraordinario para el negocio turístico para recuperar el valor destruido durante la pandemia», señaló el presidente no ejecutivo del grupo, Gabriel Escarrer Julià.