La presidenta del Govern, Francina Armengol, ha hecho entrega de dos certificados de víctimas del franquismo y de la obra 'Diccionari vermell', de Llorenç Capellà, a los descendientes argentinos de Julià Fullana y Salvador Riera, que fueron asesinados en 1937 y 1938. Concretamente, la presidenta ha dado el certificado a Marcelo Fullana, nieto de Julià Fullana, y a Alejandra Riera Folgueiras, nieta de Salvador Riera y presidenta de la Casa Balear de Buenos Aires. El acto se ha llevado en el marco de la visita oficial a la casa balear de la capital argentina, según ha indicado el Govern en nota de prensa.
Durante el encuentro, Armengol ha recordado que gracias a la aprobación de la Ley de fosas, Baleares trabaja «para abrir fosas y cerrar heridas», así como para encontrar los cuerpos de personas que «fueron asesinadas simplemente por el hecho de defender la democracia». «Es muy triste que una familia no pueda llorar a un antepasado porque no sabe donde está, por eso trabajamos para encontrar los cuerpos y devolverlos a sus familias», ha dicho.
Natural de Llucmajor, Julià Fullana era zapatero, dirigió la cooperativa La Hormiga y estaba casado con María Sastre, con quien tenía tres hijos: Damià, Rosa y Bartomeu. Los falangistas lo arrestaron en febrero de 1937, pero no llegó a la prisión de Palma. Se espera que el suyo pueda ser uno de los cuerpos exhumados todavía no identificados de la fosa de Porreres, ya que en este lugar se identificó a Antoni Company, que también era miembro de la cooperativa. Un familiar de Julià dará muestras de ADN para poder compararlas con los restos exhumados. Por su parte, Salvador Riera era de Felanitx y miembro de Esquerra Republicana Balear. Trabajaba para el Ayuntamiento como jefe de seguridad y fue detenido por los falangistas en julio de 1936. Estuvo preso durante dos años en el Castillo de Bellver y en Can Mir, y fue condenado a muerte por un tribunal de guerra ilegal y asesinado en el cementerio de Palma en julio de 1938. Estaba casado y tenía un hijo de 12 años.
Desde el Govern han destacado que gracias a la Ley de fosas, aprobada en 2016, y con el Tercer Plan de Fosas actualmente en ejecución, se han abierto 21 fosas en Baleares, recuperado 220 restos humanos e identificado a 38 personas. Los restos de 25 de estas personas han sido entregados a sus familias. También se ha hecho entrega de más de 180 certificados de víctimas del franquismo. Asimismo, el Ejecutivo autonómico ha recordado que en 2012 la Asociación Memoria de Mallorca llevó a cabo lo que se conoce como la querella argentina. En este sentido, denunció ante la justicia argentina, con una querella acompañada de varias individuales, el genocidio y los crímenes de lesa humanidad ocurridos durante la represión franquista en las Islas. En total, adjuntó una lista de 1.580 víctimas documentadas asesinadas o desaparecidas y otra de 1.341 miembros de la Falange en 1936.
Durante la visita a la entidad Asociación de Socorros Mutuos, Casa Balear de Buenos Aires, la presidenta ha podido conocer a varios de sus miembros y disfrutar de una demostración de 'ball de bot'. Armengol ha expresado su agradecimiento a la comunidad de descendientes de inmigrantes baleares por «mantener los vínculos con la tierra que compartimos» y al pueblo argentino por haber acogido personas de Mallorca, Menorca, Ibiza y Formentera «que hace muchos años cruzaron el Atlántico en busca de una oportunidad». Esta casa balear se constituyó el 1930 y tiene como presidenta a Alejandra Noemí Riera. Suele llevar a cabo actividades como reuniones sociales, cursos de catalán y cursos de bailes típicos. También han participado en la visita la consellera de Presidencia, Función Pública e Igualdad, Mercedes Garrido, y el director general de Relaciones Institucionales, Francesc Miralles.