El doctor José María Rapariz, quien fuera cesado por el hospital Son Llàtzer como jefe del servicio de Traumatología y Cirugía Ortopédica, advierte en un comunicado que «no existe un motivo o causa objetiva» de su destitución y aclara que «durante el desarrollo de mi labor al frente de la jefatura no he conocido, ni mucho menos permitido y/o fomentado ninguna irregularidad, ni en las peonadas (como se conoce a la realización de horas extraordinarias), ni en ningún otro aspecto relacionado con el servicio de Traumatología».
El especialista aclara que su cese se produjo el pasado 17 de mayo y que la dirección del hospital alegó «una pérdida de confianza, no la existencia de irregularidades o mala gestión por mi parte». En su defensa, señala que durante el tiempo en que permaneció al frente del servicio «lo he tratado de gestionar de la mejor manera posible», es más, asegura que insistía de forma reiterada a la dirección «la necesidad urgente de paliar carencias para ofrecer a los ciudadanos un servicio público de calidad». Y precisamente esta perseverancia sería el motivo de su cese, asegura.
El doctor Rapariz cree que ha habido una versión «interesada» y «alejada de la realidad» con la que se ha querido «disfrazar» la presunta pérdida de confianza. Por otro lado recuerda el apoyo que le han transmitido «amigos y compañeros de todos los estamentos sanitarios», así como pacientes quienes, concluye, consideran su cese de «injustificado y carente de fundamento objetivo».