La superficie destinada a agricultura ecológica ha aumentado un 34,8 por ciento en los últimos cinco años en Baleares. Concretamente, en el año 2016 había un total de 29.502 hectáreas de este tipo de agricultura en el Archipiélago, mientras que el año 2021 cerró con un total de 39.768. También ha crecido el número de operadores en las Islas, pasando de 800 en el año 2016 a 1.103 en 2021, lo que representa un aumento del 37,88 por ciento, según las estadísticas de 2021 elaboradas por el Consejo Balear de la Producción Agraria Ecológica (Cbpae).
Precisamente, el pleno del Parlamento Europeo ha reclamado este mes de mayo a los gobiernos europeos estrategias nacionales, más apoyo para los productores y una cadena de suministro más corta para favorecer el desarrollo de la agricultura ecológica en el conjunto de la Unión Europea. Los eurodiputados consideran que este tipo de agricultura es un elemento «clave» para alcanzar los objetivos medioambientales y climáticos que se ha marcado el bloque y apuestan por diseñar planes «nacionales y regionales» y un mayor apoyo a la investigación e innovación en el sector. El texto enfatiza además que el desarrollo y el crecimiento del sector orgánico deben estar impulsados por el mercado y pide un apoyo suficiente para los agricultores de los fondos de la Política Agrícola Común (PAC), al tiempo que recalcan la relevancia del papel de la cadena de suministro para la agricultura ecológica, que debe ser «corta, local y estacional», por lo que reivindican la necesidad de inversiones que faciliten el desarrollo.
El gerente de Asaja Baleares, Joan Simonet, ha considerado que la agricultura ecológica en las Islas «es una gran oportunidad». Este tipo de agricultura, a grandes rasgos, es aquella que «utiliza unas técnicas de cultivo determinadas y prohíbe usar productos de síntesis química de forma artificial», ha explicado. Como beneficios de este tipo de agricultura, ha destacado que ésta «reduce la dependencia del productor de según qué tipo de fertilizantes». «Si se utilizan abonos naturales, no dependes de la importación de la península», ha añadido. «La agricultura que se practicaba hace 30 o 40 años no tenía ningún tipo de control y se sabe que estaba produciendo daños al medioambiente. Hoy en día, un buen agricultor que utiliza productos normales de síntesis química de forma adecuada no tiene porqué contaminar y los productos que llegan al mercado son igual de sanos. Al final, lo importante es que haya producciones ecológicas para que el consumidor pueda elegir por sí mismo», ha destacado.
Respecto a la situación de esta agricultura en Baleares, el gerente de Asaja ha detallado que la mayor parte de los campos son pastos y forrajes en las Islas, «por lo tanto son superficies en las que no se está haciendo una agricultura productiva». «Lo interesante en ecológica es la viña o las hortalizas. Hay muchas bodegas que lanzan vinos ecológicos, sobre todo, por esta reducción de dependencia de fuera», ha indicado. En cuanto a las ayudas que reciben los agricultores para apostar por este tipo de producciones, Simonet ha asegurado que hay líneas de apoyo y que la PAC «se está volviendo cada vez más ecológica». «En la nueva PAC se espera que el 25 por ciento de toda la superficie agrícola de la UE esté calificada como ecológica», ha dicho.
Por su parte, la técnica de la Sociedad Española de Agricultura Ecológica (SEAE) Aina Calafat ha definido este tipo de agricultura como «la única producción agraria que en estos momentos tiene certificada su contribución a un ambiente más sano y a la mitigación del cambio climático». «También garantiza el bienestar animal y protege la salud de los consumidores», ha añadido. Calafat ha destacado que la producción agroecológica «hace un esfuerzo porque internaliza más costes» y, por ello, necesita de un apoyo que «hasta ahora ha sido mínimo». «Es justo que con los fondos públicos se acompañe al sector agrario para que no asuma el sobrecoste el consumidor», ha explicado, añadiendo que si la agricultura ecológica no recibe este apoyo, «su producto estará en inferioridad» en el mercado.
En este punto, ha señalado que cuando se piden fondos para avanzar en producción ecológica es para compensar los beneficios que genera este tipo de agricultura. «A nivel Baleares, hasta la fecha las ayudas, enmarcadas en la política europea, se han ido dando. Evidentemente siempre hay cosas que podrían ser mejorables. Para el próximo periodo se necesita más apoyo», ha remarcado. Con todo, ha reconocido que la ayuda para este tipo de producciones en la nueva PAC no será igual que antes. «Ahora este sector puede seguir vivo. La nueva PAC se plantea acompañar a los agricultores en ese cambio hacia una agricultura ecológica», ha apuntado, a la vez que ha añadido que quien más se beneficia es el propio productor por su salud.