El Consell de Mallorca hace seis años que tendría que haber publicado una catalogación de los tramos urbanos y naturales de las playas de la Isla, según establece el Reglamento General de Costas. El decreto por el cual se aprobó la normativa, en octubre de 2014, dictaba que la clasificación se tenía que hacer en el plazo de un año desde su entrada en vigor, pero el Consell ni la ha empezado. El registro de los tramos es importante para establecer una mayor regulación de las actividades en el litoral porque en las playas urbanas se puede ocupar un 50 % de la superficie y en las naturales, solamente un 10 %, según la Ley de Costas.
Fuentes del Departament de Territori del Consell responden que «hasta la fecha, la complejidad de la definición competencial ha dificultado la catalogación de los tramos urbanos y naturales de las playas». Cuando se complete el traspaso de competencias de Costas al Govern, «será posible avanzar», aseguran. Este proceso se prevé que culmine antes de acabar el año, según apuntó la ministra de Política Territorial, Isabel Rodríguez, en su visita a Palma a principios de mayo. De esta manera, será el Govern, y no el Estado, el que gestione los usos en el litoral.
Aunque el Consell de Mallorca alegue dificultades sobre qué institución debe de hacer la catalogación, el Reglamento General de Costas dice que es un trabajo de la «Administración competente en materia de ordenación del territorio»; es decir, en el caso de Balears, recae en los consells. De hecho, la institución insular de Formentera ya hizo este trabajo en 2016, según ha podido comprobar este diario.
El doctor en Geografía y Geología, Francesc Xavier Roig, explica que la catalogación de los tramos da más herramientas para «planificar adecuadamente» las playas. «Permite saber cómo gestionar un sistema dunar o cómo dimensionar los servicios», apunta. El experto recuerda que ya existe cierta regulación, pero con la clasificación por escrito se evitan confusiones sobre qué actividades se pueden hacer o no en el litoral. De hecho, la constatación de que Cala Torta (Artà) sea un tramo de playa natural fue determinante a la hora de que la Audiencia Nacional rechazara prorrogar la concesión del chiringuito que había en la playa. También fue clave para demostrar que no podía mantenerse esta edificación, que era de obra.
El apunte
El Govern dice que es competencia de los consells
Medi Ambient respondió por escrito a Més per Menorca que la competencia para catalogar los tramos urbanos y naturales de las playas es competencia de los consells insulars. Los menorquinistas registraron una pregunta parlamentaria sobre este asunto, que fue respondida a finales de abril. En la respuesta, el Govern, precisamente, también recuerda que el Consell de Formentera acordó la catalogación de la costa en enero de 2016.