La Fiscalía quiere asegurar la incautación del Tango, el yate del oligarca ruso, Viktor Vekselberg, que permanece retenido en el puerto de Palma a petición de Estados Unidos. El Ministerio Público ha pedido a las autoridades judiciales norteamericanas que aporten más documentación sobre el caso y, en concreto, si hay una investigación penal en marcha contra el dueño del megayate. La documentación inicial aportada por Estados Unidos era bastante parca. La orden de incautación estaba emitida por un Tribunal de Distrito de Columbia, firmada por el magistrado Zia Mustafá Faruqui.
La representación legal del magnate en España ha presentado un recurso ante el Juzgado de Instrucción 2 de Palma, que fue quien hizo cumplir la orden. El principal argumento es que el mandato del juez americano no es suficiente porque no aclara si hay algún procedimiento penal en marcha contra el dueño del barco. Los acuerdos de cooperación entre Estados Unidos y España fijan que es necesario que exista una investigación abierta por delitos en uno de los dos países para poder actuar contra bienes del investigado.
El Tango fue incautado a principios de abril en una actuación conjunta de la Guardia Civil, el FBI y otras agencias americanas. Vekselberg estaba en teoría bajo una investigación por fraude fiscal y blanqueo de capitales por intentar ocultar la embarcación. El yate, de 78 metros de eslora y valorado en más de 90 millones de euros, tiene bandera de las Islas Cook y es propiedad de una sociedad radicada en las Islas Vírgenes que, a su vez, está participada por otras de Panamá. El informe de la agente del FBI, Cindy Burnham, que sirve de base a la incautación, refleja que Vekselberg fue incluido en 2018 entre los sospechosos de colaborar con Putin que debían ser sancionados por Estados Unidos. Estas medidas estaban en vigor desde la invasión de Crimea en 2014.
La agente, señala que hay indicios de que Viktor Vekselberg ha maniobrado desde ese momento para ocultar a las autoridades que es el propietario del yate que está retenido y que ha desviado millones de dólares a través de una estructura opaca para burlar el embargo. Así, describe cómo constan transferencias al supuesto propietario de la embarcación, de nacionalidad británica. El informe también repasa la trayectoria del oligarca en Rusia, su cercanía en especial al expresidente Dmitri Medvédev, quien le habría apoyado de forma directa. También plasma sospechas de que protagonizó un fraude bancario millonario y que destinó los fondos a la compra de Fabergé. El juzgado de Palma es quien mantiene la incautación del barco y tendrá que resolver el recurso de reforma. Mientras, el Tango sigue en los astilleros de Palma.
El apunte
El FBI: «Conspiró desde 2011 para blanquear dinero»
El informe que el FBI remitió desde Minneapolis al juez de Columbia acusa a Vekselberg de participar en un «conspiración para cometer fraude y blanqueo de capitales ensombreciendo su propiedad sobre el Tango y enviando información falsa a entidades bancarias de Estados Unidos» que podrían incautar su dinero.