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Investigan al dueño de un club de Magaluf por maniobrar para echar a su socio

El juzgado trata de aclarar si se hizo quebrar a una empresa para sustituirla por otra

La sociedad explotaba un complejo de ocio en Punta Ballena. | M. À. Cañellas

| Palma |

Un juzgado de Palma investiga al dueño de un complejo de Punta Ballena por un delito societario, acusado por su exsocio de haberle arrebatado el negocio a sus espaldas. El investigado ya ha declarado ante el juez y negó cualquier delito.

La denuncia detalla cómo el actual dueño en solitario del local tomó el control de la sociedad a espaldas de su compañero y más tarde le desahució del local y disolvió la sociedad que tenían en común. La secuencia de hechos arranca en 2009 cuando ambos inician una sociedad en común que pone en marcha un negocio de éxito en Magaluf. El socio denunciante afirma que él ejercía como administrador de la empresa pero que, en realidad se encargaba del día a día del bar y que era el denunciado quien en la práctica se ocupaba de todas las cuestiones empresariales.

En el año 2016, el denunciante firmó un poder muy amplio que otorgaba todo el control de la mercantil a su socio. Éste, según relata la denuncia, aprovechó esa situación para cambiar el contrato de arrendamiento del local. Sustituyó a la sociedad titular y, en lugar de la que explotaba el negocio, firmó un nuevo contrato a favor de una mercantil de la que era socio único. A continuación subarrendó el local a la empresa original con un contrato verbal.

En los meses siguientes comenzó a alertar a su socio de que el negocio no iba bien y que acumulaba deudas. Una de las más llamativas, según la querella, tiene que ver con los pagos de luz de otros negocios que se cargaban a la discoteca sin motivo. Además, se llevaron a cabo varias obras de reforma. Fruto de estas deudas, la sociedad que tenía el contrato de arrendamiento desahució a la subarrendataria. La denuncia señala que fue una maniobra para adueñarse del negocio en solitario ya que pasó a ser explotada por la mercantil que era propiedad exclusiva del investigado.

La querella detalla un fuerte daño en el patrimonio de la víctima, que reclama más de un millón y medio de euros por las cantidades invertidas y por el dinero que ha dejado de percibir al ser expulsado de esta manera del negocio.

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