La plataforma ‘Salvemos Montesión' pedirá al Ajuntament de Palma y al Departament de Patrimoni del Consell una mayor protección para el histórico edificio, para evitar así una supuesta especulación en el futuro. Los promotores de la iniciativa contra el cierre del centro pretenden que sea declarado Bien de Interés Cultural (BIC) y que su uso sea exclusivamente docente. Tal y como adelantó este miércoles en exclusiva Ultima Hora, la campaña de recogida de firmas sigue en Change.org después de que la página web fuera hackeada y quedara, provisionalmente, fuera de servicio. La Policía Nacional recibió una denuncia por parte del promotor de la plataforma, el conocido abogado y profesor universitario Felio Bauzá, y ha abierto una investigación. Al cierre de esta edición la petición sumaba ya casi 1.000 adhesiones, a pesar de que 150 de ellas habían desaparecido misteriosamente con la caída de la página.
Entre los firmantes se encuentran los escritores Carme Riera e Ignacio Gómez de Liaño, o el pintor Carlos Morell Orlandis. También numerosos exalumnos del colegio, algunos de ellos miembros muy relevantes de la sociedad palmesana en la actualidad. También hay políticos y empresarios. Asimismo, algunas entidades como las universidades Pontificia de Comillas, Fudan (en China) y la de Oxford (en Inglaterra) dan su apoyo a la iniciativa ciudadana. «Es evidente que hay dudas jurídicas sobre la protección del edificio, que ahora tiene un grado B. Por eso vamos a dirigir sendos escritos a la presidenta Catalina Cladera y al alcalde Hila para aumentar la protección», contó Felio Bauzá.
Compañía de Jesús
Los promotores de la nueva plataforma indicaron que «somos conscientes de que la Compañía es la propietaria del inmueble, y que en consecuencia puede legítimamente decidir sobre él; pero también nos sentimos parte de Montesión y expresamos nuestra opinión desde el compromiso con la institución». Desde la titularidad del centro no se realizó ayer ningún comentario o valoración sobre la polémica con la nueva plataforma. Bauzá recordó que con la idea de transformar el colegio en un museo y una residencia de la tercera edad se entregará a una empresa privada para su explotación, lo que genera «muchas dudas».