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Muchos pacientes buscan completar el proceso con una asesoría nutricional

La experta Anna-Lena Middeldorf tiene clientes en todo el mundo

La asesora nutricional Anna-Lena Middeldorf. | Redacción Local

| Palma |

Anna-Lena Middeldorf es asesora nutricional y su cartera de clientes es tan global que llega incluso al otro lado del planeta. Hace tiempo trabajó en una clínica de fertilidad y «como siempre me preguntaban qué podían hacer por cuenta propia más allá de su plan médico, hice un máster en nutrición para saber qué dice la ciencia sobre fertilidad y el estilo de vida».

Ahora recomienda que lo óptimo sería «cuidarse bien un año antes de empezar a buscar un bebé». Consciente de que muchas veces es en lo último en que se piensa, pone el límite en los tres meses anteriores. «Es el margen que tenemos si queremos mejorar la calidad de los óvulos y los espermatozoides, que son lo más importante», señala.

Aquellos que quieran tener un hijo deben saber que hay muchos aspectos diferentes relevantes. «Lo que más se conoce es la importancia de que la grasa corporal no sea muy baja o no tener sobrepeso», explica. «Pero también es necesario conocer tus intolerancias, porque en caso contrario puede afectar a la fertilidad», señala. Y es que la microbiota, que son «las bacterias buenas y malas en el intestino», está conectada con la fertilidad.

Habla castellano, alemán e inglés y tiene todas las ventajas de la telemática, pero en su labor es importante no hacer dietas estándar. «Hay que saber qué les sienta bien y qué comen», señala. Y advierte, por ejemplo, que el 10 % de la población alemana es vegetariana. La dieta varía mucho en función del país de procedencia porque son culturas diferentes a las que debe adaptarse.

Frente a un cliente con problemas reproductivos, «hay que ver el origen, si es hormonal, anatómico... La parte nutricional siempre va en función de eso, y de la edad, enfermedades, necesidades y preferencias», explica Middeldorf.

Esta experta señala que también hay diferencia de género. Por ejemplo, el ayuno intermitente, dice, no es bueno para la mujer en edad reproductiva, todo lo contrario. «Si no comemos en 14 horas puede causar estrés a nivel hormonal». Sin embargo, a los hombres sí les podría beneficiar. Al final, advierte, sus necesidades nutricionales son diferentes en cada caso.

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