El Día Internacional de las Trabajadoras y Trabajadores conmemora las luchas obreras que fueron clave para obtener derechos laborales y sociales en beneficio de la clase trabajadora. Unos derechos, como la jornada laboral de 8 horas, que en los tiempos actuales se ven gravemente amenazados. Por esta razón, reivindicar este día sigue siendo fundamental para afrontar los retos a los que nos enfrentamos.
Tras años de recortes sociales, laborales y pérdida del poder negociador de los sindicatos, llegamos a este primero de mayo con un punto de inflexión. Afortunadamente, desde los gobiernos de coalición se están impulsando medidas en beneficio de la clase trabajadora. Así pues, llegamos a este día con la nueva reforma laboral en vigor impulsada por la vicepresidenta y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz. Un cambio que desde su primer mes de vigencia ya está teniendo efectos en la mejora de las condiciones laborales, beneficiando a más de 25.000 trabajadores en Balears, entre ellos a casi 9.000 jóvenes. De hecho, los contratos indefinidos superaron a los temporales por primera vez en la historia. Un fenómeno que afecta a prácticamente todos los sectores, también a los relacionados con los productivos como la industria, el comercio y la transición energética. Acuerdos acompañados por medidas adicionales destinadas a la protección de colectivos como los fijo-discontinuos y las kellys, que tanta importancia tienen en nuestras Islas.
Sumada a esta reforma, la subida del salario mínimo ha sido beneficiosa para el conjunto de la economía, aumentando el poder adquisitivo de las familias, contrariamente a lo indicado por algunos. Sin embargo, ahora nos encontramos ante el reto de combatir la inflación para mantener este poder adquisitivo. Tal como hemos realizado a lo largo de los dos últimos años de pandemia, desplegaremos un nuevo escudo social para proteger a la población. En este punto es necesario un gran acuerdo de país para garantizar que quienes más tienen y más ganan sean los que más aporten. Finalmente, para acompañar estas mejoras es imprescindible impulsar una diversificación económica que vaya vinculada a los sectores productivos que crean empleo estable y de calidad. El paso de la pandemia ha evidenciado que este proceso se debe acelerar y no debemos olvidarlo. Este país no puede permitirse trabajadores pobres. Todas las medidas puestas en marcha caminan en la dirección hacia un modelo en su beneficio, siendo el diálogo social la base para avanzar hacia un mayor bienestar común. Los sindicatos son imprescindibles en este proceso, por esta razón hoy, día 1 de Mayo, hay que seguir reivindicando lo que hemos conseguido y luchando por lo que aún queda.