El docente mallorquín Jaume Sastre y el doctor Carles Furriols, Cruz de Sant Jordi 2019, han iniciado en Vic una huelga de hambre en defensa del catalán como lengua vehicular en las escuelas. La protesta se alargará hasta el 28 de abril cuando se prevé que el Parlamento vote la modificación de la Ley de política lingüística. Así lo anunció el activista este miércoles en la Casa de la República de Vic en una presentación a la que también asistió el expresidente de la Generalitat catalana, Quim Torra.
En 2014, Sastre ya ayunó durante 41 días contra la política educativa del TIL de José Ramon Bauzá, expresidente del Govern balear, y ahora alertan que la modificación de la ley catalana creará jurisprudencia en la Comunidad Valenciana y en las Illes Balears. Hacen un llamamiento a «desobedecer» y «hacer frente» a los jueces, a quienes acusan de ser los «culpables» del ataque a la lengua.
«Hay que pasar a la acción. La sentencia del Tribunal Supremo (del 25 % de clases en castellano) ha sido la gota que ha colmado el vaso», aseguró el profesor durante el acto que se celebró este miércoles al mediodía antes de iniciar la huelga.
«Plantan cara a un Govern cobarde. ¡Todo nuestro apoyo y nuestra admiración por su valentía y determinación!», han escrito en la redes sociales del perfil oficial del Consell Local per la República de Vic. Por su parte, Torra también ha querido mostrar su apoyo a los activistas en su cuenta de Twitter. «Estoy en Vic para apoyar a Jaume Sastre y Carles Furriols, acompañados de Biel Majoral, en su determinación en defensa de la lengua. Hoy comienzan una huelga de hambre por el catalán por exigir la protección del catalán y la inmersión ante los ataques constantes del estado español», ha escrito el expresidente.
Durante la huelga de hambre, los dos activistas se alojarán en el Consell Local por la República de Vic, desde donde esperan recibir visitas de personas que se sumen a la causa. Esta acción se enmarca en las muestras de rechazo a la modificación de la Ley Lingüística, que inicialmente debía votarse la próxima semana en el Parlament de Catalunya, pero finalmente será el 9 de mayo.