El buen tiempo se acaba. Si durante los últimos días hemos vivido el 'veranillo de Semana Santa', con temperaturas entre 5 y 12 grados centígrados por encima de lo habitual en esta época del año, el tiempo en Baleares vivirá a partir de este martes un cambio brusco. La Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) avisa de que pasado el lunes de Pascua volverá el frío, la nieve en cotas bajas y los chubascos a buena parte de España. El portavoz de la AEMET, Rubén del Campo, ha destacado las temperaturas registradas el sábado en Orense y Huelva, que fueron las primeras capitales de provincia que han superado los 30 grados centígrados en lo que va de 2022. En concreto, Orense llegó a 30,9ºC y Huelva, 30,2ºC. Ese día en el sur de Gran Canaria llegaron a 34ºC. Al día siguiente, en Pájara (Fuerteventura) y en la aldea de San Nicolás (Gran Canaria), alcanzaron los 35,3 y los 35,1ºC, respectivamente.
De este modo, este domingo ha sido el primer día del año en que se han registrado 35ºC en algún punto del territorio nacional. «No es la primera vez que se alcanzan 35ºC en España en abril y ha ocurrido en arios en años anteriores. La última de ellas fue en 2017, en abril cuando se llegó a temperaturas superiores a 35ºC en algunos puntos de Canarias», ha comentado el portavoz. A estos registros, ha añadido los 33,1ºC alcanzado en el aeropuerto de Málaga este domingo, lo que supone un récord de temperatura máxima en el mes de abril en ese observatorio, con datos desde hace 80 años. El anterior récord en abril se registró en 2002, con 33ºC.
Las temperaturas tan altas de los últimos días tienen «las horas contadas» expone Del Campo, que anuncia que desde este martes se descolgará una masa de aire frío procedente de latitudes altas que dará lugar a un importante descenso térmico y también provocará un aumento de la inestabilidad. Esto estará reforzado además por la formación de una borrasca en el área mediterránea, con lluvias y chubascos tormentosos, localmente intensos, que afectarán sobre todo al centro mitad oriental de la Península y Baleares. Así, pronostica que entre el martes y el miércoles los chubascos podrán estar acompañados de granizo e incluso ser en forma de nieve en cotas no muy altas para esta época del año a partir de unos 700 a 900 metros desde la segunda mitad de la semana. Con más incertidumbre, según espera, probablemente será una borrasca atlántica la que dejará lluvias en amplias zonas de la Península, con unas temperaturas que se irán recuperando paulatinamente, aunque durante buena parte de la semana ya quedarán por debajo de los valores normales para la época. Esta situación contrastará con las temperaturas de este domingo, que fueron propias de principios de junio y que pasarán este martes y miércoles a valores propios de finales de febrero o principios de marzo en amplias zonas del territorio. En concreto, el martes llegará la inestabilidad, la masa de aire frío, las presiones bajas en niveles altos de la troposfera y se formará una borrasca en el Mediterráneo, lo que dará lugar a un aumento notable de la inestabilidad que dejará lluvias y chubascos en buena parte de la Península, sobre todo en el norte. Los chubascos podrían ser fuertes y persistentes en el sur de Aragón, este de Castilla-La, Mancha e interior de la Comunidad Valenciana y estar acompañados además de tormenta y granizo.
Nieve en cotas bajas
Las precipitaciones podrán ser en forma de nieve el martes a partir de 900 o 1.000 metros en los entornos de montaña del norte y del centro. Esto conllevará que las temperaturas el martes se desplomen de forma notable (6 a 9 grados) e incluso extraordinaria (10 grados o más) en casi toda la Península Del Campo pone de ejemplo a Valladolid, que este lunes pasará de 24 grados centígrados y el martes apenas se quedará en 12ºC o a Burgos, que pasará de 27ºC el lunes a 16ºC el martes. El miércoles la borrasca mediterránea seguirá inestabilizando la atmósfera y favorecerá la llegada de vientos húmedos del noroeste, por lo que habrá otro día de lluvias y chubascos en buena parte de la Península y Baleares, sobre todo en el Cantábrico, en el Pirineo, en los Pirineos y en buena parte de la mitad oriental de la Península. Podrán ser fuertes y persistentes y con tormenta y granizo en puntos del sur de Cataluña, norte de la Comunidad, Valenciana y sur de Aragón.
En cambio, en el oeste de Castilla y León, Extremadura y Andalucía Occidental las lluvias serán poco probables y, en caso de producirse, serán débiles en general. La cota de nieve seguirá bajando, hasta los 700 o 1.000 metros en las montañas de la zona centro y de la mitad norte y algo más alta en la mitad sur. Otro día más las temperaturas bajarán y lo harán de forma notable en el sureste, mientras los vientos serán del norte y del noroeste, lo que incrementará la sensación de frío. En definitiva, las temperaturas pasarán de estar entre 5 y 10ºC por encima de lo normal a 5 o 10ºC por debajo el martes y el miércoles e incluso entre 10 y 15ºC por debajo de lo habitual en puntos del interior oriental, sobre todo sur de Aragón este de Castilla-La Mancha.
El jueves se marchará la borrasca mediterránea pero llegará una del atlántico por lo que el portavoz espera que remitan las lluvias en el este y Baleares y que empiece a llover por Galicia, sobre todo el viernes y que se extenderán a amplias zonas del oeste y del centro, así como en el nordeste. Las más abundantes caerán en el sistema Central, norte de Extremadura y sur de Castilla y León, así como en el oeste de Galicia, zonas en las que seguirá lloviendo el fin de semana, aunque el domingo quedarán acotadas al noroeste. Respecto a Canarias, el portavoz de la AEMET indica que también iniciará este lunes un descenso de las temperaturas, aunque aún superarán los 30 o 32ºC en el sur del archipiélago y desde el martes se instaurará el régimen de alisios que soplarán además con bastante fuerza y pueden dar lugar a rachas muy fuertes y podrán estar acompañados de algunas lloviznas débiles hasta mediados de la semana.