Lleno hasta la bandera en los restaurantes de las zonas turísticas abiertas de Mallorca. Así ha resumido la situación de estos días de Semana Santa el presidente de Mallorca CAEB Restauración, Alfonso Robledo. En este sentido, ha asegurado que estos establecimientos han tenido más clientes que antes de la pandemia de la COVID-19. Las previsiones eran buenas, pero se han superado. Aunque los primeros días de la Semana Santa comenzaron con inestabilidad meteorológica, el buen tiempo de estos días ha propiciado que los restaurantes de la Isla ubicadas en las zonas turísticas abiertas (Palma, Andratx, Alcúdia, etc.) hayan colgado el cartel de lleno estos días.
«El centro de Ciutat y la Playa de Palma han funcionado muy bien», ha precisado Robledo. En este sentido, algunos clientes han puesto de manifiesto las dificultades para encontrar una mesa, especialmente en las terrazas de la capital balear. De hecho, en algunos establecimientos sólo se han admitido reservas para comer, pero no para tomar el vermut. Además, se ha dado la circunstancia de negocios que no tenían previsto abrir a mediodía y ante la gran afluencia de público se han animado a hacerlo.
Eugenia Cusí también ha señalado que el lleno en la restauración no ha sido algo generalizado durante estos días festivos. «En zonas donde hay más afluencia de visitantes y el segmento es medio-alto se está comportando bien; en algunos casos mejor que en prepandemia y en otros simplemente mantenemos». No obstante, ha insistido en que «hay una parte del segmento medio-medio bajo que está atiende básicamente a residentes que están por debajo de niveles prepandemia».
Los restauradores han acogido con satisfacción esta masiva afluencia de clientes en las zonas a las que ya ha llegado el turismo y esperan que esta sea la nota predominante de cara a los próximos meses. Aunque la inflación les ha provocado una reducción de los beneficios, pese a que muchos han optado por subir los precios, se encuentran animados de cara a la temporada turística.
Problemas para planificar
El presidente de Mallorca CAEB Restauración ha reiterado que los restauradores tienen mucho problemas para poder planificar su actividad debido a la incertidumbre: primero por la por la pandemia y, posteriormente, por la guerra en Ucrania. «Llevamos dos años en los que es muy difícil planificar porque creemos que va a venir mucha gente y luego ocurre algo que trastoca todas las previsiones. Otras pasa justo lo contrario, nos vemos desbordados porque no esperábamos tantos turistas», reconoce Robledo.