El IB-Salut ha destinado 11,3 millones de euros a acoger a pacientes en los hoteles medicalizados de Balears que desde ayer pueden volver a su actividad turística habitual. Como se recordará, Salut colaboraba con hasta nueve establecimientos hoteleros que todavía siguen abiertos, cuatro en Mallorca, dos en Menorca y Eivissa y uno en Formentera. Por ellos han pasado hasta 4.410 personas alojadas en las diferentes oleadas de la pandemia de COVID-19.
Las instalaciones hoteleras medicalizadas han servido principalmente para acoger a pacientes leves o asintomáticos y a contactos estrechos que no podían garantizar un aislamiento correcto porque no disponían de las condicionas óptimas en su casa, o porque convivían con personas vulnerables. En Palma, se recordará el hotel Bellver que, en este último mes, ha servido de punto de acogida también para los refugiados por la guerra de Ucrania. Éste ha sido quizá el más popular de los establecimientos cuando, en junio de 2021, se mediatizó por acoger a los estudiantes de varias comunidades cuyos contagios en la Isla supusieron el origen de la quinta ola de la pandemia. Junto con el Bellver, también se utilizó el hotel Palma Bay, del Palacio de Congresos, que se medicalizó durante el desconfinamiento y la gestión corrió a cargo del hospital Son Llàtzer.
Además se adecuó el Pabisa Sofía y el Morlans. Los cuatro hoteles de Mallorca han supuesto una inversión de 7,4 millones de euros para el acumulado total de 2.592 personas atendidas. Con el cese de esta colaboración con los empresarios hoteleros se cierra otro capítulo de la fase aguda de la pandemia que esta semana ha sufrido un cambio radical en la estrategia de regreso a la normalidad.