El Institut Mallorquí d'Afers Socials (IMAS) ha puesto en marcha la prueba piloto del programa ABRIC, con el fin de ofrecer un entorno adecuado a menores en régimen de acogida temporal con dificultades de conducta y necesidades especiales relacionadas con sus emociones. La directora insular de Infància i Familia del IMAS, María Ángeles Fernández, explicó ayer que se trata de una acogida especializada que requiere un perfil de familia acogedora «muy concreto», con el objetivo de empezar con 10 núcleos familiares con formación y titulación en el ámbito sociosanitario y educativo. Este programa, que hasta ahora solo se ha implantado en el País Vasco, requiere una formación y experiencia laboral muy concreta, y por ello se aportarán los recursos y herramientas necesarias para atender a los niños y adolescentes, según comentó la presidenta del instituto mallorquín, Sofia Alonso.
El seguimiento y apoyo que el IMAS ofrecerá a las familias que formen parte de ABRIC es el mismo que se da a otras líneas de acogida activas en el Consell pero, en este caso, contempla una formación específica. La entidad ofrecerá asesoramiento permanente durante el tiempo que se prolongue la acogida, atención telefónica de urgencias 24 horas y concederá ayudas económicas mensuales para cubrir las necesidades de los menores acogidos.
Dependiendo del perfil y las características de los menores, la cantidad a percibir variará de los 505 a los 1.560 euros, y en el caso de este programa, debido a los requisitos que se piden a las familias y las circunstancias de las personas acogidas, oscilará entre los 1.260 y los 1.560 euros. Mallorca es uno de los pocos territorios del país con mayor número de menores con familia de acogida (514) que en centros (365), según detalló el Consell en un comunicado.