Desde esta semana, Bernat Nadal es el nuevo decano (en funciones) del Col·legi d'Arquitectes de les Illes Balears (COAIB), cargo que asume en sustitución de Marta Vall-Llosera, que ha sido nombrada presidenta del Consejo Superior de los Colegios de Arquitectos de España (CSCAE). Nadal ocupará el cargo hasta marzo de 2023, cuando se convocarán las elecciones en el COAIB, tal y como estaba previsto. La principal prioridad durante su mandato será la de combatir los retrasos en la concesión de licencias.
Ahora que acaba de asumir el cargo, ¿tiene pensado presentarse a las próximas elecciones?
—La intención es que sí. Espero que la junta confíe en mí y que haya motivos para la reelección.
¿Cuáles van a ser sus prioridades en lo que le resta de mandato?
—El objetivo es cerrar todos los temas que abrió Marta Vall-Llosera. Nos preocupa el Plan General de Palma y a nivel de Balears, la concesión de licencias, que es un tema muy sangrante y generalizado. Llevamos demasiados años así. Tenemos muchas quejas. Pero en lugar de protestar queremos poner soluciones y trabajar con los ayuntamientos. Queremos firmar convenios e informar a los colegiados de la parte que no sea urbanística para quitar carga de trabajo.
¿Qué plazos de retraso se dan en la concesión de licencias?
—El Ajuntament de Palma para el Casc Antic tarda cinco meses y fuera de él, entre ocho y doce meses. En el resto de Balears está en una media de 16 meses. No es algo puntual: el sector está indignado por este mal endémico. Si se necesita un expediente sectorial (como de Recursos Hídricos), se dobla el plazo. Un documento electrónico en el Ajuntament de Palma tarda dos meses desde que se registra hasta que llega a la mesa del funcionario. Me ha llegado la queja de un colegiado que acaba de pedir cita para consultar una duda sobre la revisión del Plan General: le han dado para el 3 de mayo. Hace diez años te plantabas en un ayuntamiento y un técnico te atendía. Hay otros consistorios que no lo hacen por la COVID-19.
¿A qué se deben estos retrasos?
—Se han identificado varios factores en los retrasos en la concesión de licencias de obras y otros trámites en los ayuntamientos. Está la falta de personal, la carencia de medios informáticos adecuados, la complejidad a la hora de interpretar la normativa y, algo en lo que no estamos de acuerdo, que los proyectos de los arquitectos no llegan completos. De todo esto, solo podemos arreglar esta ‘supuesta' falta de documentación y proponemos aligerar esta vía.
¿Cómo puede el COAIB ayudar a acelerar estos trámites?
—Se ha puesto en marcha la Oficina de Ayuda a la Tramitación (OAT) de forma oficiosa, que ya trabaja con Recursos Hídricos. No se ha formalizado el convenio con las instituciones y estamos a la espera de que se haga. La idea es que además de asesorar en los proyectos completos se pueda encauzar con los departamentos sectoriales e informar de qué les afecta y qué no.
Ha comentado que le preocupa el Plan General de Palma...
—Es evidente la preocupación dadas las alegaciones del COAIBal plan, que se hicieron con la ayuda de agrupaciones de arquitectos, peritos y forenses. El Plan General no es viable porque está basado en datos y precios de 2011 y es difícil que pueda responder a la situación actual. Nos preocupa que se presente y no lo haga de la mano del Plan deMobilitat Urbana Sostenible (PMUS). Nos preocupan las nuevas densidades de viviendas. Tampoco está bien hecho el cálculo de viviendas a disposición de la ciudadanía, que tiene en cuenta segundas viviendas y parcelas cuando no se ha agotado el aprovechamiento. Esto es costoso y difícil y si es posible, no es lo más adecuado. Eduardo Robsy [director general de Habitatge] no se alejaba de la realidad cuando presentó las alegaciones [por parte de la Conselleria]. Es preocupante que haya grandes bolsas de vivienda asequible, no por la finalidad, que es legítima, sino por el resultado que nos dan. Al final hablamos de hacer guetos. En Model de Ciutat hablan de mezcla de usos pero seguramente no sea la mejor manera poner esas bolsas, atendiendo no sé muy bien a qué motivos. Hay sitios mejores.
¿Dónde deberían colocarse esas viviendas protegidas?
—Este nuevo plan tiene muchas cosas positivas. Lo más destacable es que es a cuarenta años vista pero la manera de plasmarlo no es la más adecuada. La gente debería cambiar los prejuicios [ante la vivienda asequible]. No me atrevería a decir que una vivienda de 100 metros cuadrados y hasta 300.000 euros sea asequible. No puede ser un zulo y estas viviendas se pueden dar de mil maneras: tanto para estudiantes como para una familia. La clase media tiene tendencia a desaparecer y es un desastre.
La construcción está en plena catarsis por los precios y los problemas de abastecimiento...
—Esta situación viene del año pasado o el anterior. Ahora es la locura máxima con la guerra de Rusia y Ucrania. El entorno económico fluctúa y en los proyectos de rehabilitación un presupuesto de diciembre se ha encarecido hoy un 30 por ciento. Esto puede provocar que el promotor quiera y pueda repercutir el alza de costes, que se puedan aguantar las pérdidas, un parón de proyectos o, en el peor de los casos, morir en el intento. El parón de obras está a la orden del día.
El apunte
Vall-Llosera, nueva presidenta del CSCAE
Marta Vall-Llosera, exdecana del COAIB, asumió en febrero la presidencia del Consejo Superior de los Colegios de Arquitectos de España (CSCAE) tras ser ratificada su candidatura en el proceso electoral extraordinario abierto a causa del fallecimiento de Lluís Comeron en enero. Es la primera mujer que ostenta este cargo.