Terraferida ha presentado un documento con 22 propuestas de protección del territorio con el fin de que sean incorporadas al Plan Territorial de Mallorca (PTIM), que fue aprobado en 2003 y que ahora está en proceso de revisión en el Consell de Mallorca. La entidad ha recordado en una nota que el documento aprobado inicialmente ha supuesta «una enorme decepción» ya que «deja perder una ocasión histórica, quizás la última, para poner un poco de racionalidad al desastroso modelo urbanístico en Mallorca», donde alrededor del 10 % de la superficie ya está urbanizada y en los últimos 60 años se ha multiplicado por siete.
Desde Terraferida han instado al Consell Insular a proteger el suelo rústico y las áreas naturales que no están protegidas, eliminar los suelos urbanizables y urbanos que prescinden de servicios urbanísticos completos y en condiciones, así como a evitar la perforación de más pozos que no estén vinculados a la agricultura ecológica, la construcción de más piscinas ni la apertura de nuevas carreteras y caminos. Respecto al auge de proyectos de parques solares fotovoltaicos en suelo rústico, Terraferida ha propuesto a la institución mallorquina que los paneles sólo se puedan instalar sobre suelos ya degradados y nunca sobre zonas forestales o agrarias. Entre las propuestas planteadas por esta organización figuran también medidas para reactivar la rehabilitación de viviendas. «Mallorca ya dispone de 600.000 viviendas edificadas. Lo que hace falta es facilitar la reforma de las viviendas ya existentes, rebajar costes de rehabilitación e incentivar con ayudas públicas que estas reformas vayan ligadas a mejoras ambientales», han aseverado desde Terraferida.
Esta entidad ha denunciado que la modificación del PTIM no lleva consigo ninguna propuesta de protección del territorio, ni de los recursos naturales ni mejoras del modelo de movilidad, y ha considerado que este plan «simplemente se limita a incorporar los cambios de otras administraciones de los últimos 20 años». «Tras casi dos legislaturas sin medida de contención y con el urbanismo descontrolado, especialmente en el suelo rústico, se esperaba alguna medida de contención a la altura del desastre territorial que vive la isla», ha reprochado la organización. Mallorca tiene todavía 11.200 parcelas edificables, cerca de 7.000 viviendas ampliables y «miles» más de parcelas no edificables pero que, agrupadas, se pueden terminar edificando, ha asegurado la entidad, que ha censurado que la reforma del PTIM renuncie «una vez más» a frenar este proceso que «está acabando con la agricultura, empobreciendo la biodiversidad, destrozando el paisaje y borrando la cultura ligada al campo». Según Terraferida, el asunto del suelo rústico es «tan tabú» que el PTIM «ni siquiera computa las plazas residenciales que se construyen». Para la organización, si cada vivienda edificada contara sólo con 4 plazas, el suelo rural albergaría 220.000 plazas en las que deberían sumarse las 44.000 que el plan territorial permite.