El 80 % de los 300 barcos de pesca profesional de Baleares permanecen amarrados este lunes en respuesta a la convocatoria de paro de la Federación Nacional de Cofradías de Pescadores para reclamar ayudas que compensen el incremento del precio del combustible. El secretario de la Federación Balear de Cofradías de Pescadores, Antoni Garau, ha subrayado a Efe la determinación del sector, que da trabajo a unas 600 personas, de mantener la flota en puerto hasta la reunión que sus representantes celebrarán este miércoles con el ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas.
«Entiendo que el ministro a algo se va a comprometer; lo tiene que hacer», ha confiado Garau, para quien el Gobierno central dispone de opciones para ayudar a que los pescadores puedan seguir trabajando con una mínima rentabilidad. «Están tardando demasiado», ha lamentado. El secretario de la federación de cofradías de las islas ha apuntado que en Francia el Gobierno decidió la semana pasada hacerse cargo de 35 céntimos por litro del precio del carburante de los barcos de pesca, mientras que el gobierno italiano concedió a los armadores créditos a largo plazo para la compra del gasóleo.
«Aquí no se ha hecho nada», se ha quejado Garau, quien entiende que si países vecinos con características similares a España han ayudado al sector, no hay justificación para que el Gobierno de Pedro Sánchez no haga lo mismo cuanto antes. Ha indicado que la solución está en manos del ejecutivo central, aunque el Govern balear también podría adoptar alguna medida significativa como la bonificación de las tasas de los puertos de su competencia.
Antoni Garau ha recalcado la determinación de los armadores de mantener los barcos amarrados hasta obtener alguna solución al grave problema que representa la carestía de los combustibles y ha indicado que los consumidores de las islas ya comenzarán a notar hoy mismo la falta de pescado fresco en los comercios