La diputada del PP Cayetana Álvarez de Toledo considera que Alberto Núñez Feijóo será positivo para el PP porque supondrá «poner al adulto en la habitación de la puerilidad». Fue muy crítica con Pablo Casado por «atropellar» la presunción de inocencia de Isabel Díaz Ayuso y por haber fracasado a la hora de armar una mayoría contra Pedro Sánchez. «Necesitamos de manera urgente un cambio en España, pero la mayoría absoluta no la veo, por lo que hay que construir un proyecto que nos permita cerrar esa mayoría», concluyó.
La diputada lamentó este lunes en Palma que el miedo a decir la verdad en política «beneficia al populismo» durante la presentación de su libro ‘Políticamente Indeseable', una reflexión sobre la política y el periodismo. El mismo día en que Alberto Núñez Feijóo reunía en Palma a 300 personas a mediodía, la diputada congregó a más de 400 por la tarde, ninguna de ellas de la cúpula del PP, aunque sí acudieron representantes de Cs, entre ellos el eurodiputado José Ramón Bauzá.
Álvarez de Toledo lamentó los silencios en política y que los dirigentes adapten sus ideas a la sociedad en lugar de intentar transformarla. «La democracia necesita reconciliarse con la verdad y necesita batallas culturales e ideas», dijo. Denunció que esos silencios son más espesos cuando afectan a los «trapos sucios» de los partidos. «Los trapos sucios no se lavan, ni fuera ni dentro, simplemente se acumulan hasta que caen por su peso, y eso es lo que ha pasado en el PP y así lo dije en la Junta Directiva Nacional», señaló.
También criticó la «tentación» de convertir a España «en una suma de taifas y territorios» y frente a ello pidió que se insista en proyecto comunes y nacionales. «Hay que intentar decir lo mismo en una punta de España y en la otra porque, pese a los matices, hay que tener en cuenta que el todo es más que la suma de las partes», señaló. «Hay una degeneración de la política azuzada por la incapacidad de razonar», afirmó. Citó a Unamuno para recordar que propone contraponer los sentimientos a los sentidos y destacó la diferencia que existe entre la política emocional, «que es la base del populismo», y la política ilustrada y de la razón.
También fue crítica con el papel de la prensa y las censuras, a la que calificó como «la venganza que se cobra la realidad contra la corrección política». La diputada del PP consideró «imprescindible» que en los partidos haya más voces y diversas, pero opinó que la fragmentación ha hecho que los partidos sean cada vez «más cerrados y más pequeños» cuando en su opinión hay que hacer lo contrario: abrirlos para que haya más voces.