La última y tercera modificación del Pla Territorial Insular de Mallorca (PTI), aprobada en diciembre, facilita que los ayuntamientos puedan construir aparcamientos disuasorios con placas solares ubicados alrededor de los pueblos, con la idea de reducir el tráfico de los centros urbanos. «Como en los pueblos hay dificultades para aparcar y hay que sacar los coches del centro, hemos dado un paso para impulsar las renovables y, a la vez, ayudar a solucionar el problema de la movilidad», según explica la consellera insular de Territori, Maria Antònia Garcías.
Para ello, la normativa declara zonas prioritarias para la instalación de energías renovables todas las áreas de desarrollo urbano de uso industrial y las Áreas de Transición (AT-C), las que hasta ahora habían definido dónde debían crecer los núcleos urbanos obligatoriamente antes de hacerlo en otra parte. Estas zonas prioritarias fueron definidas hace 18 años cuando el PP y UM aprobaron el PTI, pero la modificación elimina la exigencia y los consistorios pueden decidir donde crecer bajo unos criterios paisajísticos y ambientales impuestos por el Consell.
Áreas de transición
Asimismo, hay que tener en cuenta que la mayoría de Áreas de Transición se ubican alrededor de los núcleos urbanos, lo que facilita que si un ayuntamiento quiere hacer un aparcamiento con placas solares podrá ubicarse en el entorno del pueblo. Los paneles se podrán colocar encima de las pérgolas que cubrirán los estacionamientos. De hecho, este modelo se puede encontrar en el aparcamiento del Espai Francesc Quetglas en Palma, y en el estacionamiento del colegio Ágora, en Portals Nous (Calvià). Sin embargo, la consellera destaca una diferencia: los aparcamientos que se hagan no podrán ser de asfalto, como ya exige el Pla Territorial. Se harán con un material natural compactado, mucho más permeable.
La modificación también marca límites al tamaño de estas infraestructuras. La extensión de la parcela donde se ubique la planta de energía fotovoltaica no podrá superar los 7.500 metros cuadrados. Además, se tendrá que presentar un estudio de integración paisajística de la instalación.
La medida introducida en el PTI facilita mucho las cosas a los ayuntamientos, que no tendrán que modificar sus planes urbanísticos para impulsar energías renovables en estas áreas. Esto es posible porque los proyectos energéticos pasan a ser de uso admitido, es decir, que no requerirán un trámite de interés general. De esta manera, los consistorios contarán con mayor flexibilidad, y serán los que decidan si la gestión de la producción energética sea pública o privada y a qué se destina este recurso.
El apunte
El plan de centros comerciales y el turístico ya preveían medidas energéticas
El Pla director sectorial d’equipaments comercials de Mallorca (PECMa) y el Pla d’Intervenció d’Àmbits Turístics (PIAT) ya preveían medidas energéticas. En el primer caso se exige que los aparcamientos de centros comerciales dispongan de placas con puntos de recarga para vehículos eléctricos cerca de los accesos.
Asimismo, si se decide poner marquesinas fotovoltaicas no computarán como edificabilidad ni ocupación. Por otra parte, en el PIAT figura una medida energética para los nuevos aparcamientos de hoteles exteriores o que se vayan a reformar completamente. En las áreas de estacionamiento con una superficie superior a 1.000 metros cuadrados se permite substituir el arbolado por pérgolas cubiertas con placas solares y tampoco computan como superficie construida ni ocupada.
Punto de vista
Hacer las cosas bien
Germà VentayolSorprendido estoy. El Plan Territorial del Consell asume la realidad, que no es otra que dar respuesta a las necesidades de los ciudadanos. Sacar los coches del interior de los pueblos es una magnífica idea, pero hay que indicar que con este deseo los automóviles no desaparecen. Dotar de estacionamientos en las inmediaciones posibilita la peatonalización de los recintos urbanos, y miel sobre hojuelas si, además, nos aportan unos kilowatios solares. A veces la inteligencia se impone.