Los ciudadanos de Baleares reciclaron 42.839 toneladas de vidrio durante 2021, un 30,5 por ciento más respecto 2020, lo que sitúa la comunidad como líder en reciclaje de este material por quinto año. Los resultados por habitante indican que cada ciudadano depositó, durante 2021, una media de 125 envases al contenedor verde, que equivalen a 36,5 kilos de vidrio, según han explicado en una nota de prensa Ecovidrio y la Conselleria de Medio Ambiente y Territorio. El conseller Miquel Mir, el director general de Residuos y Educación Ambiental, Sebastià Sansó, y el director general de Ecovidrio, José Manuel Núñez- Lagos, han presentado estos resultados durante la visita de la planta de reciclaje de vidrio de Bunyola (Mallorca). Mir se ha mostrado satisfecho con los resultados en todo el territorio, puesto que ratifican el compromiso ciudadano y de las instituciones para lograr los objetivos que marcados en la Ley de residuos.
De media, durante el 2021 en Baleares se depositaron 280 envases de vidrio cada minuto en los 5.756 contenedores repartidos por todo el territorio, lo que representa un incremento de 135 contenedores más que en 2020. «Avanzar hacia un cambio de modelo que priorice la economía circular pasa para ser conscientes de que los residuos son recursos y no un problema, una máxima que vemos representada a las instalaciones de Ecovidrio, donde se prepara el vidrio para tener otras vidas», ha añadido el conseller. Para el director general de Ecovidrio, el comportamiento de la ciudadanía balear y la búsqueda de la excelencia de las administraciones públicas en las Islas han dado su fruto, incluso en un año «complicado» en términos de actividad económica y turística.
«Solo queda dar las gracias por la colaboración y reiterar que Ecovidrio cuenta con la ambición, la ilusión y los planes necesarios para seguir creciendo en el modelo más eficiente y sostenible», ha señalado. Por islas, Formentera, con 83,1 kilos de envases de vidrio por habitante, registra el mayor índice de recuperación seguida de Ibiza, con 51,2 kilos por habitante. Las siguen Menorca (33,9 kilos) y Mallorca (28,3 kilos). Además, han destacado los resultados de Palma, puesto que incrementó la recogida selectiva de vidrio en un 14,4 por ciento, lo que la sitúa entre las diez capitales de España más recicladoras, con 21 kilos de envases de vidrio por habitante. Según han indicado, los resultados de reciclaje de vidrio en Baleares han permitido evitar la emisión de 24.850 toneladas de CO2, el equivalente al que se emitiría haciendo el trayecto Palma-Madrid en avión 460 veces. El reciclado de vidrio también ha evitado la extracción de 51.400 toneladas de materias primas (arena, sosa y caliza), un peso equivalente a cinco veces el de la Torre Eiffel.
Asimismo, se han ahorrado 30.600 Mwh de energía, equivalente al consumo energético de los hospitales de Baleares durante tres meses. Desde Ecovidrio han destacado que los resultados de recogida en Baleares son «especialmente positivos», ya que muestran el compromiso de los ciudadanos y profesionales hosteleros con el hábito de separar envases de vidrio en un contexto en el que no se recuperó la plena normalidad ni la actividad económica. Por ello, las cifras alcanzadas en 2021 se sitúan todavía ligeramente por debajo de los volúmenes prepandemia (-10% respecto a 2019).
En este sentido, han señalado, la hostelería genera más de la mitad de los residuos de envases de vidrio que se ponen en el mercado. Por ello, Ecovidrio trabaja intensamente en campañas de movilización, información y planes intensivos para este sector, una de las prioridades estratégicas de la entidad y su mayor área de conocimiento. Solo el año pasado, la entidad, visitó 2.939 establecimientos repartidos por todo el archipiélago y puso en marcha un total de 16 campañas. La mayoría de estas acciones intensivas se han producido de la mano de ayuntamientos para informar y formar a los profesionales sobre las ordenanzas municipales que establecen la obligatoriedad de reciclaje. Además, durante el verano se desarrolló la campaña Banderas Verdes en 20 municipios, para incrementar los niveles de recogida gracias a la colaboración del sector de la hostelería.