La reacción a la crisis del PP a nivel nacional y la dimisión de su lider, Pablo Casado, ha llegado hasta Balears. La presidenta del Govern balear, Francina Armegol, mostró su «respeto absoluto a la situación de cualquier partido politico. Entiendo el momento de dificultad que está viviendo el PP. Obviamente, el comportamiento ético es exigible en todas las instituciones públicas y visto lo que ha sucedido estas semanas, creo que tendría que haber una explicación clara sobre la situación de los contratos de la Comunidad de Madrid», que está gobernada por Isabel Díaz Ayuso y sobre la que han recaído todas las miradas en los últimos días.
Armengol hizo una valoración sobre la profunda crisis por la que está atravesando el principal partido de la oposición en el Gobierno central y señaló que «el PP está metido en una situación de lucha por el poder interno de una forma que nos ha sorprendido a todos, retransmitida en directo, con todas las acusaciones que ha habido de por medio. Institucionalmente veo que hay que aclarar el uso del dinero público y cómo se ha usado. Eso son explicaciones claras porque hay unos contratos sin explicar por parte del PP y de la Comunidad de Madrid».
La presidenta del Govern advirtió que «es necesaria una oposición sólida para poder tener una buena democracia». Armengol recordó que «ayer en Balears estábamos aprobando la Ley de Educación de Balears y el comportamiento del PP, pese a lo que está padeciendo estos días, no es lógico». La presidenta achacó al principal partido de la oposición el voto en contra de esta normativa «después de mucho tiempo de trabajo. En contra de toda una ley que emana de Illes per un Pacte y de la comunidad educativa, y que es absolutamente fundamental para los intereses del presente y el futuro de esta comunidad autónoma».
«Ante la oposición del 'No' que se hace continuamente creo que tendría que haber una oposición responsable y en ese replanteamiento que se está haciendo el PP, creo que tendrían que apostar por esa vía», añadió la presidenta balear.
Armengol explicó que «el PP ha blanqueado a la extrema derecha en España. Le ha abierto el camino. En estas circunstancias, sigue dependiendo de Vox para poder gobernar. A mí me gustaría un partido de derechas en España que fuera semejante a las derechas europeas, que tiene muy claro que con la extrema derecha no se pacta. De momento vemos que son capaces de admitir casi todos los postulados que emanan de la extrema derecha española".