Més per Mallorca registró este miércoles una pregunta en el Parlament dirigida al conseller de Educació i Formació Professional, Martí March, en la cual quiere saber si el Govern tiene pensado recuperar el Servei d'Ensenyament del Català, suprimido por el gobierno de José Ramón Bauzá en 2013. El partido soberanista considera que volver a ponerlo en marcha sería positivo para el catalán vista la situación de «emergencia lingüística» en la que se encuentra actualmente. «Sería bueno reforzar los centros educativos, tanto en personal como en recursos», según defiende el partido en la pregunta registrada, añadiendo que es importante cómo se enseña la lengua y mejorar las «actitudes lingüísticas» en la comunidad educativa.
El diputado de Més en el Parlament, Joan Mas ‘Collet', aseguró que están de acuerdo con el modelo lingüístico definido en el proyecto de ley de educación que tramita Educació, pero reclamó que se debe de cumplir dotando a la normativa de «herramientas». El Govern dispone actualmente de un servicio de formación en catalán, pero el soberanista dijo que solo cuenta con dos personas, cuando el departamento suprimido por Bauzá tenía 27 empleados. Joan Mas no es reacio a mantener el servicio existente si se incrementa la plantilla y los recursos, pero afirmó que «el nombre hace la cosa».
Atención a 280 escuelas
«Fuimos un referente porque asesorábamos a los centros donde había alumnos que no sabían ni castellano, apoyábamos a todos los que llegaban de fuera», aseguró ayer a este diario quien fue el jefe del Servei d'Ensenyament del Català, Felip Munar. Explica que llegaron a trabajar con 280 escuelas de Balears y que los asesores entraban en las aulas para dar apoyo a los profesores. Munar dirigió el servicio desde su creación en 1998, cuando se traspasaron las competencias educativas al Govern balear presidido por Jaume Matas (PP). Antes de ser suprimido, el equipo que lideraba Munar estaba compuesto por un jefe de sección y otro jefe de negociado, siendo los tres personal fijo. Los otros 24 miembros eran asesores, tres de los cuales eran de Secundaria y 21 de Primaria. «Generamos más de 1.300 carpetas de material didáctico y teníamos 4.000 libros que han desaparecido», lamentó Munar.
«Cuando nos despidieron vinieron con una lista donde estaban los nombres de todos los trabajadores del servicio, y los tacharon; fue así de grosero», explicó, y añadió que fue «vergonzoso». Cuando volvió a gobernar el segundo Pacte de Progrés los responsables de Educació le dijeron que no había presupuesto para recuperar el servicio, a pesar de que provenía del traspaso de competencias. «Fue una pena», concluyó.