Ante la pretensión de Podemos y Més per Menorca de eliminar cualquier referencia a la Religión en la Llei d'Educació de les Illes Balears, actualmente en trámite parlamentario, la presidenta de Escola Catòlica, Llúcia Salleras, ha recordado que «la ley estatal educativa no ha sacado la Religión de las aulas, son vigentes un concordato con la Santa Sede y acuerdos con otras confesiones, y por último está la Constitución, que establece que los poderes públicos garantizarán el derecho que asiste a los padres para que sus hijos reciban la formación religiosa y moral que esté de acuerdo con sus propias convicciones. En definitiva, la comunidad autónoma no tiene competencias para tomar una decisión de estas características, a no ser que se quiera perder el tiempo y energías ante un seguro recurso ante el Tribunal Constitucional».
Salleras afirma que «no son nuevas las iniciativas en este sentido, pero no se debe olvidar que una ley educativa marca las líneas de futuro y hacia dónde queremos ir como sociedad. Consideramos que, como sociedad plural, se debe respetar la libertad de conciencia. Todos contribuimos al mantenimiento del Estado y si queremos una ley de consenso y que perdure, los partidos políticos deberían tener en cuenta la realidad social». «Los partidos deberían dedicarse a aprobar una ley que garantice la calidad en la educación y no gastar energías en cuestiones que se desvían de lo principal. Las familias que quieren la Religión como parte de la educación integral de sus hijos deberían poder estar tranquilas. Casi el 40 % de los alumnos de Balears van a centros concertados. Y hay que preguntarse que, sin Religión, tal vez algunas congregaciones no querrían seguir adelante en su labor educativa. ¿Podría asumirlo la educación pública?», se pregunta Salleras.