Hace dos años que Sebastià Franch (sa Pobla, 1991) hizo las maletas para comenzar una nueva etapa laboral en uno de los mejores hospitales de Estados Unidos y referente en estudios oncológicos en el mundo. Se graduó en Bioquímica por la Universitat de les Illes Balears, hizo un máster en Biomedicina en la Universitat de Barcelona y realizó un doctorado sobre análisis de datos genómicos en pacientes con cáncer colorrectal. El camino le llevó, hasta la actualidad, al Memorial Sloan Kettering Cancer Center, ubicado en pleno Manhattan (Nueva York). Allí forma parte de un equipo científico muy potente. Sebastià Franch está contratado como investigador posdoctoral. Él maneja los diagnósticos de genética molecular: «Secuencia el genoma de cada paciente que acude al hospital y con esta información se sabe si tiene alguna mutación», detalla.
El joven científico asegura que «más del 60 % de los posdoctorales de este hospital son internacionales». Porque si de algo destaca de Estados Unidos, es en «la cantidad de recursos que tiene para investigar porque hay mucho dinero». Pero si de algo cojea, dice, es que, «se necesita mucha mano de obra en este campo. Muy poca gente del país estudia ciencia por lo que las empresas y los hospitales se enriquecen de gente de fuera».
Más investigación
Sobre el futuro del cáncer, Franch señala que, de cada vez más, los estudios apuntan a secuenciar las células normales en sangre de un paciente a fin de tener el perfil completo de la persona y observar «qué mutaciones genéticas son específicas del tumor». En definitiva, para conseguir «tratamientos especializados». El científico explica que «llevamos años estudiando el tumor, pero interesa saber cómo se desarrolla y cuáles son los primeros paso de una célula normal a tumoral». Sebastià Franch confía en que la ciencia va a mejorar mucho la supervivencia en estos pacientes. De hecho, este hospital neoyorquino es uno de los más reconocidos en cuanto a la investigación en cáncer. «Debemos quitarnos el miedo de esta enfermedad porque si hace años era sinónimo de muerte, ya no. La gran mayoría de casos se trata con muy buen pronóstico».
Franch disfruta de un contrato que podría renovarse hasta los cinco años. Sin embargo, su proyección futura es «volver a Mallorca». La falta de ayudas públicas para investigar es algo que conoce bien y lamenta que «en otros países te valoren más que aquí». Pero dice que «no es cierto que si no sales fuera no eres bueno. Si hubiese capacidad financiera y una buena estructura en el sector científico y tecnológico, España sería una buena fuerza europea en tema de investigación. Lo que se tiene que hacer es invertir y así no hará falta que nos vayamos».
El apunte
Más recursos, más becas y menos precariedad para la investigación
El investigador Sebastià Franch defiende que el aumento de recursos podría más en valor la ciencia y la tecnología en España; algo todavía lejos del gigante americano. Sin embargo, es conocedor de la realidad precaria que sufren muchos investigadores, una realidad que también se vive en EEUU.