La consellera de Salut i Consum, Patricia Gómez, ha recordado este martes algunas recomendaciones para llevar a cabo cenas y comidas de Navidad seguras, unos encuentros que deberían producirse en grupos reducidos de personas, y lo ideal es que esas reuniones sean de grupos estables. Asimismo, es conveniente no asistir a una celebración o reunión social o familiar con síntomas catarrales, y que las personas no vacunadas no asistan a ese tipo de eventos.
La máxima representante de la sanidad balear recomienda en estos días previos a las celebraciones navideñas hacerse un test de antígenos antes de acudir a las mismas si en dicha celebración se compartirá espacio con una persona vulnerable. Estas personas y sus acompañantes conviene que utilicen mascarillas de tipo FFP2. Esta se debe mantener puesta, especialmente en interiores, excepto en el momento de consumir alimentos y bebidas. En caso de ser posible las reuniones sociales, también en Navidad, deben llevarse a cabo en el exterior.
Y si la prevención es la mejor estrategia la vacuna es la mejor arma contra el coronavirus. Por eso Gómez recomienda antes de Navidad reforzar la vacunación: esto es tener la pauta completa y pedir cita para la correspondiente dosis. En estos momentos ya pueden pedir la vacuna de refuerzo todas las personas de Baleares mayores de 50 años. Finalmente, para evitar posibles sustos, la representante del Govern recomienda evitar la entrada en establecimientos donde no se respeten claramente las normas de seguridad y prevención frente a la COVID.
Este martes, 21 de diciembre, a apenas 72 horas de Nochebuena, los ingresos hospitalarios de personas con COVID-19 se han disparado en Baleares y actualmente hay el doble de enfermos en la UCI y cinco veces más en planta que hace un mes, según la información que ha sido facilitada por parte de la Conselleria de Salut. En concreto, hay 53 pacientes en la UCI y 256 en planta, mientras que el pasado 19 de noviembre (el día 20 no se facilitaron datos) había 27 en la UCI y 52 en planta. Con la actual situación las unidades de críticos de los hospitales públicos baleares presenta un riesgo alto y una ocupación del 15,54 por ciento.