Casi nueve años después de su muerte, el caso de Alpha Pam llegará a juicio. Será en marzo de este año después de que un juzgado de Palma celebrara ayer una vista previa que terminó sin acuerdo entre las partes. Por un lado, la Fiscalía y las defensas de la médico y el enfermero que trataron en Inca al inmigrante, no aprecian ningún tipo de delito. Por otro, la familia del senegalés reclama un año de cárcel.
Pam falleció el 21 de abril de 2013 por una tuberculosis que el sistema de salud no llegó a tratar. Los hechos se produjeron justo al entrar en vigor una reforma legal que privaba de carné sanitario a inmigrantes sin papeles. La figura del joven de 27 años se convirtió en el símbolo de una dura polémica política que duró años. Sin embargo, el recorrido judicial del asunto ha sido más complejo. El Juzgado de Instrucción de Inca llegó a archivar hasta en dos ocasiones la causa al no apreciar indicios de delito en la muerte del joven. En ambas ocasiones, la Audiencia ordenó la reapertura para que sea debatido en el juicio. El marzo, en el banquillo se sentarán los dos profesionales del Hospital Comarcal. La acusación particular les acusa de homicidio imprudente y reclama para ellos una condena de un año de cárcel. Sostiene que ambos se despreocuparon del paciente y que su consulta se ventiló en apenas cinco minutos y sin tener en cuenta las señalas de alerta que venían del centro de Salut de Can Picafort.
Sin embargo, según la Fiscalía no hubo ninguna imprudencia. El ministerio público valora que Pam acudió primero en febrero a la Unidad Básica de Salud de Can Picafort y que allí se le hizo una prueba de tuberculosis que fue negativa. Le entregaron un volante para que se hiciera una radiografía de tórax y no fue hasta el cinco de abril cuando acudió a urgencias y fue atendido por los acusados. Según la Fiscalía no está acreditado que el enfermero de triaje viera el volante del PAC con la derivación a urgencias. Tampoco está acreditado que la doctora viera eses documento. Según las conclusiones de la fiscal ni siquiera le relató que había tenido contacto con una persona con tuberculosis. La doctora concluyó que se trataba de una bronquitis y le pautó una medicación. Dos semanas después falleció por una tuberculosis en su casa en Can Picafort. Las defensas, ejercidas por José Manuel Domingo y Llorenç Salvà, también mantienen que la actuación de los dos sanitarios fue correcta con Alpha Pam.