Mientras usted lee esta noticia, está envejeciendo. La vejez es un periodo inevitable y a la que llegaremos sin darnos cuenta. El doctor en psicología y director científico del programa Gent Gran, de la Fundación La Caixa, Javier Yanguas, define así esta etapa y reivindica su atención y cuidado. El experto aterrizó el jueves en Palma desde San Sebastián para participar en una jornada del programa Sempre Acompanyats, donde destacó los aprendizajes de la soledad derivados de la pandemia, que ha afectado sobre todo a las personas mayores. La «falta de flexibilidad» que ha sufrido este colectivo se ha evidenciado en esta pandemia. «Parece que no nos ha importado que mantenerlos en casa, sin salir, tenía consecuencias terribles para su salud. Sabemos que la soledad también mata, y por eso necesitaban una mayor flexibilidad. Como sociedad, no hemos sido sensibles».
La edad, las pérdidas en la vida o las transiciones son factores de riesgo para adentrarnos en esa soledad y pueden repercutir negativamente en la salud mental. «Desde el programa intentamos empoderar a estas personas para que no caigan en la soledad», destaca Yanguas. En este sentido, el trabajo que realizan desde Gent Gran se basa en intervenciones individuales, colectivas y de sensibilización. Por ejemplo, empoderan a las personas mayores ofreciéndoles «recursos personales y psicológicos» para que ellos mismos puedan solventar o sobrellevar su situación. En el caso de las intervenciones generales, intentan general «redes de apoyo comunitario» para generar vínculos emocionales y sociales.
Aprendizajes
Yanguas también destaca distintos aprendizajes o enseñanzas detrás de esta pandemia, como la importancia de los recursos personales, no solo para la gente mayor sino para los jóvenes y adolescentes. Asegura que «las personas que mejor se lo han pasado en esta crisis sanitaria han sido aquellas que han tenido recursos personales» a su alcance. La necesidad del contacto social ha sido otra de las enseñanzas que destaca, sobre todo tras observar en el confinamiento la «brecha digital» que ha tenido la tecnología para los colectivos más vulnerables y las personas mayores.
En su trabajo diario para hacer menos vulnerables a los mayores, la otra gran reflexión que comparte es por qué cuesta tanto reconocer esta etapa. Recuerda que «en la vejez se plantean las mismas preguntas, inquietudes y deseos de siempre» y que «no aceptarla es tener fobia a algo que vas a ser en un futuro». Desmiente que la vejez sea un periodo de declive porque «también es un tiempo de desarrollo personal y de crecimiento». Javier Yanguas recomienda aceptar esta etapa de la vida fundamental y cree que es necesario «entender la vejez desde distintos enfoques, hay mucha diversidad, porque no todos envejecemos igual».